Pero ahí no se termina. También se “reactivó” la decisión de pagar la deuda pendiente con el Club de París. Ahí sí figuran en el monto “oficial” de endeudamiento 6.000 millones de dólares, pero se sabe que los miembros del Club reclamarán más de 12.000 en concepto de intereses vencidos. Así se seguirá agrandando la deuda. Por último, el gobierno se apresta a encontrarle la vuelta para pagar a los fondos buitre que quedaron fuera de los canjes anteriores. Utilizará para ellos los servicios de su “fondo buitre amigo” Gramercy (ver nota). Otra vez, más reconocimiento y más pagos de deuda hasta ahora no registrada. El gobierno dice que debe 200.000 millones de dólares (ya una barbaridad, porque en 2003 debía 140.000, y la propia Cristina reconoció pagos por 175.000 millones en estos diez años). Nosotros insistimos: en realidad se deben más de 300.000. El gobierno, con todas estas movidas de Lorenzino, nos va dando la razón. Se impone entonces, como salida urgente, la propuesta del Frente de Izquierda: suspender ya mismo todos los pagos en concepto de esa impagable deuda externa y poner todo ese dinero para dar trabajo, salud, educación y vivienda.