El pasado domingo la patronal terminó de llevar a cabo la tarea de vaciamiento. Vendió el 53% de las acciones a otras tres empresas y, en esa misma noche, se llevaron por la fuerza 23 colectivos (uno de ellos mediante una patota armada abordado cuando realizaba su recorrido).
Desde entonces, los empresarios nunca más se hicieron presentes en la terminal y 350 trabajadores se encuentran imposibilitados de trabajar. Desde Izquierda Socialista nos solidarizamos exigiendo: ¡basta de vaciamiento y desinversión! ¡Que se respete la fuente de trabajo! ¡Que las patronales declaren a dónde fueron a parar los subsidios millonarios que recibieron! ¡Que se hagan las inversiones necesarias para el correcto funcionamiento de los colectivos, así no tendremos que lamentar otra masacre evitable como la de Once!