El juez Muñoz (visiblemente nervioso y casi tartamudeando al leer la sentencia), absolvió al actual presidente del MPN de culpa y cargo pese a que en el juicio se mostraron sobradas pruebas de que el ex gobernador neuquino fue el responsable, que existió la zona liberada, que actuó el grupo armado por el gobierno de Sobisch con punteros y funcionarios y que hubo una orden de que la policía no actuara para permitir la golpiza a los docentes.
El magistrado actuó como el mejor “abogado” de Sobisch, ya que reconoce los hechos, pero argumenta que la orden no estuvo escrita, como si una orden ilegal se escribiera. Este juez es el espejo de la justicia emepenista: los funcionarios corruptos o asesinos nunca van presos. Este es el mismo juez que había dejado libre a Salas cuando mató a Braian fundamentando falta de mérito.
Al concluir el juicio, sufrimos la represión de la policía y de los punteros que vinieron a defender a Sobisch que tiraron enormes piedrazos y le ocasionaron lesiones a dos docentes que terminaron hospitalizadas. Reprimen con palos, gases y balas de goma para intentar acallar el repudio popular ante semejante atropello. Este fallo no es una absolución, es la impunidad que le otorgaron al ex gobernador durante todos estos años.
Sapag espía a periodistas y luchadores
A partir de las denuncias que realizamos desde la banca de Izquierda Socialista en el FIT, se dio a conocer el accionar de un policía infliltrado durante el juicio. Se trata de un agente de inteligencia enviado por las autoridades policiales para espiar a periodistas y manifestantes. Nuestra banca realizó una fuerte denuncia al respecto en diversos medios de comunicación y presentamos tres proyectos en la legislatura pidiendo a los diputados que repudien este accionar propio del Proyecto X de Cristina en su versión provincial.