Un reciente estudio del ministe- rio de Economía revela que el 56% de los jóvenes de entre 18 y 24 años -2,6 millones de personas dentro de los 4,4 millones de esa edad- sufre situaciones de vulnerabilidad social (Clarín, 26/10). Fundamentalmente, a raíz de las dificultades en la inserción laboral. Según dicho estudio, la remuneración de los jóvenes apenas alcanza el 56% del ingreso de un adulto promedio, por debajo del salario mínimo, vital y móvil. Los jóvenes, con estos trabajos precarios, alcanzan la cifra de 1.200.000. Está claro: la “década ganada” no llegó a la juventud.