La emblemática línea 60 de colectivos paró durante varias horas. Ante los distintos aprietes de la patronal, sanciones, descuentos y la negativa a recibir a los delegados para dar respuesta a un pliego de reclamos, los choferes decidieron no cobrar el boleto. La justicia ya se había pronunciado acerca de la legalidad de no cobrar boletos, como una medida gremial más. Pero la patronal igual sancionó y suspendió a varios trabajadores. Esto motivó el paro. El ministerio decretó la conciliación obligatoria, imponiendo a la patronal suspender las sanciones y el paro. Los choferes se encuentran en estado de alerta.