En la década de los ´60 la influencia de la revolución cubana fue enorme. En el trotskismo surgió un ala encabezada por Ernest Mandel, que giró hacia la guerra de guerrillas. Nahuel Moreno (fundador de nuestra corriente) rechazó esa política, reivindicando las crecientes luchas urbanas, obreras y populares.
En la presentación del libro Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI describió las polémicas sobre Bolivia, donde el giro guerrillerista de los mandelistas dejó a las masas huérfanas de dirección revolucionaria, por apostar a la conciliación de clases justo cuando tenían a la mano la toma del poder. También la polémica con el PRT-ERP en Argentina. Saldar estos debates es clave para intervenir en el presente. Con una política para movilizar las masas y construir el partido revolucionario.