Sólo cinco listas vencieron la proscripción de las PASO: Pro, Eco, Frente Para la Victoria, Frente de Izquierda y Autodeterminación y Libertad. Quedamos consolidados como la cuarta fuerza, inmediatamente por debajo de las principales listas patronales. Más aún, en el caso del Frente Para la Victoria, la lista del FIT les ganó a todos los candidatos a Jefe de Gobierno, con excepción de Mariano Recalde. Lo logramos enfrentando las campañas millonarias de macristas y kirchneristas, que utilizaron descaradamente tanto los fondos públicos como las “donaciones empresarias”. El candidato de Sergio Massa, Guillermo Nielsen, no superó el piso del 1,5%.
Fueron las primeras PASO en la Ciudad de Buenos Aires que copió exactamente las clausulas proscriptivas nacionales, pero haciéndolas aún más restrictivas ya que, a diferencia de la Nación, acá no hubo ni un segundo de espacios gratuitos en los medios de comunicación. El gobierno nacional y el de la Ciudad, el conjunto de los partidos patronales, los grandes empresarios y los medios de comunicación hicieron todos los esfuerzos para “borrar” al FIT de la elección de Capital, tratando de que no pase el piso de las PASO. Buscaban poder mostrar un “traspié” que opacara el crecimiento nacional que estamos teniendo. Por eso incluso le dieron espacios a expresiones menores y aisladas de la izquierda y de la centroizquierda en detrimento del Frente de Izquierda. Pero fracasaron en la maniobra. Pudimos imponernos aún ante esa carrera de obstáculos.
También se trató de instalar que “la izquierda iba dividida en diez listas”, haciendo una amalgama, donde se incluía dentro de esa “división” expresiones como la lista Bien Común de Gustavo Vera, que iba con el apoyo del partido de la CGT Moyano (Piumato) y Pino Solanas; la de Camino Popular, encabezada por Claudio Lozano, y algún medio llegó a incluir en el listado de “la izquierda” hasta a SURGEN, de Tumini (Libres del Sur, el candidato de Donda, que sacó el 0,2%) y el radical Abrevaya.
“Misión cumplida”, dijimos el domingo a la noche. Porque apelando a la fuerza de la militancia y de la unidad de la izquierda, pudimos disputar en la calle contra el despliegue millonario que hizo el PRO. E incluso superamos con nuestra militancia “a pulmón” la campaña del kirchnerismo. Logramos, con un gran esfuerzo hacer escuchar nuestra voz: la que denunciaba a la Ciudad de los megashoppings, la especulación inmobiliaria, el juego, y que excluye a la clase trabajadora y los sectores populares, hoy gestionada por el macrismo, con la complicidad del Frente Para la Victoria y el ex Unen (ahora Eco), que le votaron en la legislatura el 75% de las leyes, entre ellas las fundamentales.
Por todo esto, la elección en la Ciudad de Buenos Aires fue muy importante para el FIT. El éxito del Frente de Izquierda nos permite así inscribir un nuevo mojón en el largo camino de consolidación nacional de nuestra fuerza, unida a las buenas votaciones en Salta, Mendoza y el mismo domingo en Neuquén, obteniendo dos diputados. Ahora se abre un nuevo panorama. El próximo 5 de julio estará planteado hacer una gran elección para meter más legisladores del Frente de Izquierda que sume a la actual banca. Esa elección ya estará cruzada por las nacionales (se realizará días después de que se conozcan las oficializaciones de los candidatos presidenciales) y formará parte, junto con las de Córdoba que se realizará el mismo día, de lo que esperamos sea la continuidad del fortalecimiento del Frente de Izquierda. Será un nuevo desafío que nos permitirá estar más fuertes para enfrentar los nuevos ajustes que ya vienen prefigurando los candidatos patronales, ya sea Scioli, Macri o Massa. Amigo lector: lo invitamos a sumarse a la campaña.
¿Sirve votar a Zamora?
Luis Zamora (Autodeterminación y Libertad) obtuvo una cantidad de votos que le permitió superar las PASO. Lo logró, si bien el porcentaje que obtuvo -desde hace varias elecciones- está por detrás de los del Frente de Izquierda.
El voto a Zamora es parte del repudio a los partidos tradicionales. Y varios dicen que lo votaron porque es “honesto”. Pero votar por Zamora no es para fortalecer una alternativa contra los candidatos y partidos del sistema como algunos creen. Porque para enfrentar al PJ, al PRO y demás variantes patronales, hace falta unir a la izquierda, como lo viene haciendo el Frente de Izquierda desde hace años. Zamora se viene negando sistemáticamente a ello (es más, permanentemente critica a los partidos que conformamos el FIT).
Además, para enfrentar a los políticos patronales hace falta construir una alternativa política de izquierda a nivel nacional. Para dar pelea en todo el país. Zamora es solo una expresión local, de Capital.
Zamora desde hace años ha apelado a una construcción “horizontal”, presentándose ante cada elección, sin tener protagonismo en las luchas cotidianas y permanentes, salvo honrosas excepciones. Peleas decisivas, en muchos casos, que se libran contra las patronales, la burocracia sindical y los partidos que gobiernan.
Cuando la prensa titula: “pasaron las PASO dos fuerzas de izquierda”, debemos aclarar, entonces, que pasó una fuerza política nacional, compuesta por tres partidos y nuevas agrupaciones que se sumarona a la unidad de la izquierda como lo es el FIT, y una fuerza basada en la trayectoria personal de Zamora, como figura, que no quiere la unidad y solo es una expresión electoral local.
Invitamos a repensar a los compañeros que votaron a Zamora: ¿Se puede enfrentar de verdad a los gobiernos, sean nacionales o de la Ciudad, sin una fuerza militante que esté presente en las luchas, que sea parte de ellas, y que tenga un proyecto nacional para enfrentar el ajuste que se viene? ¿Se puede hacer eso sin bregar por la unidad de la izquierda para enfrentar con más fuerza a los partidos tradicionales?
Estamos convencidos que el verdadero voto “útil” para dar estas batallas es al Frente de Izquierda.
Otro traspié de la centroizquierda
Claudio Lozano hizo una pobre elección. Obtuvo apenas el 1,4% de los votos a Jefe de Gobierno (llevando de Vice Jefe a Patricia Walsh). Fue una más de las víctimas de las proscriptivas PASO.
Esa votación no es otra cosa que la expresión final de la propuesta desgastada de una centroizquierda que ya fracasó tras una larga historia de frustraciones, desde los 90 con el nacimiento de la CTA, hasta ser arrastrada con el Frepaso al desastre de la Alianza. Así llegó Lozano por primera vez al Congreso, encabezando las listas de Aníbal Ibarra (el hoy candidato de Cristina quien fue escrachado por José Guzmán y familiares de Cromañón cuando fue a votar), en el preludio de lo que terminaría como la masacre de Cromañón. En los años siguientes, Lozano acompañó los vaivenes de una centroizquierda que nunca terminó de acomodarse entre Binner y Proyecto Sur. Lozano y su espacio también fueron y vinieron en relación a su ubicación con respecto al kirchnerismo, a partir de su política de “apoyar lo bueno y criticar lo malo”, que lo llevó en numerosas ocasiones a votar junto con el gobierno para “diferenciarse de la derecha”. Los planteos de Lozano de construir un proyecto más “amplio” que el de la izquierda, uniendo al “campo popular”, terminaron en una deshilachada lista local en la Ciudad, sin perspectivas nacionales, quedando por detrás de la votación del Frente de Izquierda. Llamamos a los honestos compañeros que acompañaron en esta elección la propuesta de Lozano a reflexionar al respecto y apoyar al Frente de Izquierda.
J.C.