El propio gobierno se jacta de cómo tiraron a la basura (léase a las manos de buitres como el JP-Morgan, el Deutsche Bank y otros especuladores) miles de millones de dólares: “pagamos taca, taca”, dicen. Cristina, con Scioli a su lado, en la cadena nacional número 42 del año de este lunes, tuvo la caradurez de afirmar “Argentina ha cerrado el último capítulo del gran endeudamiento”. ¡Exactamente lo mismo que dijeron cuando le pagaron 9.000 millones de dólares al FMI en enero de 2006, cuando cerraron el primer canje en 2005, el segundo en 2010, cuando arreglaron con el Club de París y con Repsol en 2011!

El mismo discurso, todas y cada una de las veces que pagaron -lo que ya suma más de 200.000 millones de dólares-...¡de una deuda que cuando asumieron los Kirchner estaba en 145.000 millones de pesos y hoy supera los 250.000 (según ellos) y 350.000 (en la realidad)!

Tan mentira es todo, que en el mismo momento en que Cristina hablaba de desendeudamiento, el Ministro de Economía Axel Kicillof anunciaba el lanzamiento de dos nuevos bonos con vencimiento en 2017 y un tercero para el 2020. ¡Más endeudamiento!

Y esto no “termina acá”. Scioli envió a los Estados Unidos a quien suena como su futuro Ministro de Relaciones Exteriores, el actual gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, a garantizarle a los especuladores internacionales que su primera acción de gobierno será arreglar con los fondos buitres. ¡Pensar que hace menos de diez días el gobierno “festejaba” que la Argentina había conseguido una “resolución histórica” en la ONU! Que, en realidad, es puro “chamuyo”, ya que no obliga nada a nadie, y da vía libre a cualquier tipo de reestructuración de deuda, para seguir pagando. Ahora ya no quedan ni los gestos.

El kirchnerismo cierra su ciclo con este pago récord de un bono que, bueno es recordarlo, fue creado por el propio Néstor Kirchner, junto con Roberto Lavagna (hoy asesor “estrella” de Massa) para el canje de 2005. Néstor y Cristina fueron, como ella los autodefinió, los grandes “pagadores seriales”. Pero en esa política no estuvieron solos. Tuvieron el apoyo de absolutamente todos los partidos patronales. Peronistas kirchneristas y “opositores”, radicales, macristas y “centroizquierdistas” votaron la autorización de los distintos canjes, y el cierre y reapertura de los mismos. Lo mismo sucede ahora. Scioli, Macri y Massa hacen fila para ver quien le garantiza “mejor” el pago a los buitres. Tampoco se salva Margarita Stolbizer, que acaba de incorporar como “su” economista a Martín Loustau, ex Ministro de Cristina y autor de la resolución 125 en 2008.

Como venimos diciendo, en estas elecciones hay seis listas, pero cinco de ellas coinciden en seguir pagando esa aberrante, inmoral e infinita deuda. Sólo el Frente de Izquierda sostiene que hay que decir ¡basta!, repudiarla de una buena vez, y poner, desde ahora, todos esos miles de millones de dólares al servicio de un programa que resuelva las más urgentes necesidades populares de salario, trabajo, vivienda, salud y educación. Esa es una de las grandes razones para votar al FIT el próximo domingo 25.