Su última actividad fue como metalúrgico hasta el cierre de la empresa. Finalmente changueó hasta lograr su jubilación por invalidez. Militante ejemplar, ni en la peor época de su vida personal dejó de aportarle al partido, ni decayó en su actividad, por eso su despedida en el velatorio fue llena de dolor y muy emocionante. El 1° de Mayo todos los compañeros volvimos a rendirle homenaje en nuestro acto con la presencia de toda su familia.
Al “Pelado” lo perdimos solo físicamente, porque en realidad siempre vivirá con nosotros siendo referencia obligada por su ejemplo y abnegación. Por eso el emocionado grito de despedida de todos sus camaradas fue: ¡compañero “Pelado” presente! ¡Ahora y siempre! Con él se ha ido otro de nuestros invalorables compañeros. Hoy nosotros recogemos sus banderas y nos juramentamos una vez más para llevarlas al triunfo.
Querido compañero “Pelado” ¡hasta el socialismo siempre!