El 21 de septiembre, Cristina Kirchner apareció nuevamente en un acto público. Esta vez en la ciudad de La Plata, frente a una tribuna de jóvenes acompañada por un cada vez más reducido número de colaboradores. Entre ellos estaban los repudiados Amado Boudou, el “cuervo” Larroque y Mariano Recalde. El acto fue organizado por la nueva conducción peronista de la Federación Universitaria de la Plata (FULP), el “Frente Patriótico Milagro Sala” integrado por La Cámpora, la agrupación estudiantil Miles, Quebracho y el PC.
Cristina usó el acto que le armó la FULP para dar un mensaje a la interna del PJ: “necesitamos la unidad en la heterogeneidad para construir una ‘nueva mayoría’ en el país”. Una continuidad del “guiño” que ya había hecho a Sergio Massa cuando afirmó que “no es el enemigo”. Un reclamo llamativo, ya que en estos momentos el peronismo en todas sus variantes (PJ-FPV y Frente Renovador) se encuentra “unido” aplicando el ajuste de Macri en sus propias gobernaciones e intendencias.
Con cánticos de fondo como “¡Universidad de Néstor y Cristina!” y “¡Vamos a volver!”, los dirigentes de la FULP le dijeron a Cristina que la “federación va a estar a la altura del camino que elija” y “contá con esta federación”. De esa manera pusieron al gremio estudiantil como herramienta del “Cristina vuelve” en la interna del PJ para las elecciones de 2017. Un objetivo opuesto a los intereses del movimiento estudiantil que viene luchando contra la profundización del ajuste a la educación y la privatización que impulsan el gobierno de Macri, los gobernadores y las autoridades universitarias.
También reflexionaron sobre los 12 años de “revolución educativa” ocultando que bajo el gobierno kirchnerista primó el ahogo presupuestario y la progresiva destrucción de la educación pública, avanzó la educación privada y sólo las heroicas luchas docentes le pusieron un freno. Como aquella en la que fue asesinado el maestro neuquino Carlos Fuentealba, mientras Cristina se declaraba “pagadora serial” de la deuda externa. Por eso su mandato dejó casi 900 mil jóvenes “ni-ni” (que ni trabajan, ni estudian).
La Juventud de Izquierda Socialista emitió un comunicado donde denunció que “con el peronismo la FULP es de Cristina, no de los estudiantes y sus luchas”. Rechazó que la federación se convierta en un “aparato burocrático” para la interna del PJ y que aliente el apoyo a dirigentes del FPV-PJ, incluida Cristina, cuyo modelo de corrupción y saqueo del país es repudiado por millones. También exigió que la federación platense se ponga al servicio de la pelea contra el ajuste y la privatización de la educación que impulsan Macri y los gobernadores, incluidos los del FPV-PJ. Que la educación necesita “más presupuesto en base al no pago de la deuda externa” para aumentar los salarios de los docentes, auxiliares y mejoras edilicias. Y que en lugar de construir una “universidad de Néstor y Cristina”, hay que defender la educación estatal, pública y gratuita y luchar por una “universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo”.