El proyecto de Macri fue repudiado. El presidente dijo que una de sus primeras medidas de gobierno iba a ser poner fin al impuesto al salario, pero hizo lo contrario. Macri eximió a las megamineras y a las patronales del campo, y mantuvo el robo con este impuesto a 2 millones de trabajadores, jubilados y monotributistas para este año, al que se sumarán 500 mil el próximo. Ese pacto lo hizo con los gobernadores y la propia oposición patronal, que ahora se le dio vuelta pensando en las elecciones 2017.
El Frente Renovador de Sergio Massa; el Frente para la Victoria de Kicillof, Recalde, De Vido y Máximo Kirchner; el peronismo anti K de Bossio; con el acompañamiento de Stolbizer; la ahora massista Victoria Donda (Libres del Sur) y Proyecto Sur, entre otros, estuvieron dispuestos a negociar con el gobierno un proyecto común. Pero ante la negativa oficial que apostaba a un acuerdo con los gobernadores, presentaron un proyecto “alternativo” que se terminó votando. ¿Es un proyecto positivo? Categóricamente no.
El proyecto de Massa-Kicillof contó con el apoyo de burócratas sindicales ligados al Frente Renovador -como el titular del triunvirato de la CGT, Héctor Daer- y el de Facundo Moyano. Si bien hace que el impuesto impacte en menos trabajadores, le sigue metiendo la mano en el bolsillo al 10% de los asalariados (más de un millón, como dijo el propio Kicillof). Es un proyecto patronal, como parte de una jugada parlamentaria para lavarse la cara. El gobierno kirchnerista siempre sostuvo que el robo al salario era “progresivo” porque supuestamente le saca a los “de arriba” para beneficiar a los de abajo, justificando que el salario es una ganancia. Este es un impuesto que paga un docente con doble turno, profesionales de la salud de los hospitales públicos y miles y miles de trabajadores de distintos gremios. ¡Una barbaridad!
Massa y Kicillof se “pintan de combativos” diciendo que le van a sacar 25.000 millones a las mineras, al juego y la renta financiera, cuando no son más que fuegos de artificio: esa plata representa 6 veces menos de lo que le pagaron a los fondos buitres (150.000 millones de pesos), avalado por Massa y el Frente para la Victoria. De esta manera, también, encubren que siga el saqueo de la Barrick, la especulación financiera y las grandes ganancias de bancos y multinacionales, que no se tocan.
El proyecto de Massa-Kicillof, además, mantiene tasas muy altas para los sueldos medios (casi igual al proyecto de Macri); la mayoría de los trabajadores de la Patagonia van a seguir pagando grandes cifras; sólo excluye del aguinaldo a trabajadores de menores ingresos; el impuesto al juego será sobre el valor de las tragamonedas y no por lo que recaudan, y los jueces actuales (salvo los que se designen a futuro) van a seguir eximidos de este impuesto.
En definitiva, es un proyecto para posar de “populares” ante el gobierno de los CEOs, con el único objetivo de sacar rédito político. Mientras Daer y la cúpula de la CGT, Facundo Moyano y demás dirigentes se negaron a ponerle fecha al paro general, apoyando de esa manera el bono miserable de $1.000 a los jubilados y $2.000 a pagar voluntariamente por las patronales a los trabajadores (mientras le sacaron 15.000 promedio a cada trabajador con las paritarias a la baja) y apoyaron la emergencia trucha acordada con los movimientos sociales.
Por todo esto los cuatro diputados del Frente de Izquierda (Pitrola, López, Sosa y Giordano) no apoyamos este proyecto e hicimos valer el del FIT, el único que dispone que ningún trabajador bajo convenio tiene que pagar ese impuesto y que paguen de verdad los que “ganan”, es decir, los usureros de la deuda, las petroleras, oligarcas del campo, privatizadas, bancos y los gerentes de las empresas.
Por eso reivindiqué en la Cámara de Diputados la lucha de los trabajadores contra ese impuesto y el conjunto del robo salarial, tanto en los años del gobierno kirchnerista como en el actual. Y junto al resto de los diputados del FIT repudié la tregua que la CGT mantiene con Macri, los empresarios y los gobernadores para hacer pasar el ajuste.
Kicillof: blooper I
El ex ministro de Cristina fue abucheado en la sesión cuando dijo que repudiaba la mentira de campaña de Macri de eliminar el impuesto al salario. Se embarró solo, porque precisamente se refería al impuesto nocivo ¡de su propio gobierno!
El kirchnerismo mantuvo ese impuesto a un millón de trabajadores (propuesta que sigue sosteniendo) con el fin de recaudar para pagar los 200 mil millones de dólares de deuda externa. En los ́90 el impuesto al salario solo impactaba sobre el personal jerárquico, y en los últimos 8 años, por ejemplo, el aumento de la recaudación de Ganancias “está explicado en un 68% por el mayor pago por parte de los trabajadores” (Economía y Regiones, Clarín, 9/12).
Kicillof: blooper II
El ex ministro K dijo también que su gobierno fue “coherente” con el tema impuesto a las Ganancias. Sí, coherente en cobrárselo a los trabajadores. Giordano le contestó que “la única coherencia fue la de los trabajadores, el sindicalismo combativo y la izquierda, que siempre lucharon por eliminarlo. Por eso apoyamos los paros generales contra el kirchnerismo contra ese impuesto saqueador y ahora repudiamos la tregua de la CGT que no le puso fecha al paro cuando lo tendría que haber convocado contra este robo que se mantiene y contra el conjunto del ajuste de Macri y de los gobernadores, el mismo que aplica el Frente para la Victoria y los falsos “opositores” donde gobiernan”.
Daer negrero
Giordano denunció a Daer cuando el diputado de Massa y uno de los integrantes del triunvirato de la CGT dijo que apoyaba a la ley de emergencia porque le daba a los trabajadores de las cooperativas un ingreso de $4000 pesos. Pero el mismo Daer reconoció que ese monto representa la mitad del salario mínimo, vital y móvil, para lo cual, dijo que “con algunas changas pueden completar ese valor”. ¡La CGT avala que miles de trabajadores ganen la mitad del mínimo vital! Esto demuestra que la ley de emergencia acordada mediante una tregua con los movimientos sociales es un paliativo. Por eso el FIT la denunció y no la votó.
Acuña (CGT), Stolbizer... ¿Massa y el FpV están con los trabajadores?
La oposición patronal y la burocracia sindical peronista están diciendo que los políticos que apoyen el proyecto aprobado en Diputados “están con los trabajadores” Una verdadera burla.
Acuña es uno de los integrantes del trío de la CGT y diputado en la legislatura de la provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador de Sergio Massa. Dijo sobre el tratamiento que pasó ahora a senadores: “acá va a quedar claro quienes están a favor de los trabajadores y quienes no” (Clarín, 10/11). Está clara la jugada: el proyecto opositor es para mostrarse de esa forma. Pero como ellos mismo dicen, ese proyecto le sigue cobrando ese impuesto a la clase obrera. Acuña es parte de la tregua con Macri y los empresarios, bendecida por Massa, el Frente para la Victoria y la Iglesia Católica, que avala el ajuste, el robo salarial y los tarifazos.
Margarita Stolbizer, parte de la centroizquierdista funcional a todos los gobiernos y políticos patronales dijo que Macri “no ha puesto a los trabajadores en su agenda”, como si la hubieran puesto Massa o la burocracia de sindical. No hay que dejarse engañar.
A.S.