La respuesta no se hizo esperar y. ante la borrada del sindicato, los trabajadores se autoconvocaron y decidieron parar hasta que se reliquiden los haberes. Las empresas respondieron con despidos. El burócrata Guillermo Pereyra atacó a los obreros por “inorgánicos” y “manejados por la izquierda” y dio la orden a sus delegados adictos que dejen a los obreros sin defensa gremial. El conflicto desbordó a la conducción y continuó el paro, llevando a que Pereyra se manifestara más molesto con los operarios, que con los empresarios que aplicaron los descuentos y las cesantías.
La empresa reliquidó los haberes pero mantuvo los despidos. La comisión directiva de Aten Capital llevó la solidaridad a los trabajadores de Halliburton y se puso al servicio del reclamo. El gobierno y el sindicato anunciaron una supuesta reincorporación sin notificación a los obreros y simularon una marcha atrás en los despidos, que nunca existió. En asamblea los obreros resolvieron ingresar a trabajar y continuar con el reclamo por la reincorporación frente a la casa de gobierno junto a organizaciones que los apoyan, entre las que nos encontramos nosotros y los demas partidos del FIT.
Mientras esto ocurría, los camioneros bloqueaban la refinería de YPF en Plaza Huincul exigiendo una solución a los casi 150 choferes que se desempeñaban en las empresas Texey y Umber, empresas de servicios petroleros que entraron en crisis por la caída de la producción. Hay que apoyar estas luchas para que se ganen.