El Gobierno no daba respuesta, quería desgastar el conflicto comenzado en los primeros días de marzo. Las asambleas numerosas votaban la continuidad. La Ctera no apoyaba la lucha y había firmado un acuerdo salarial a la baja con Kirchner dejando solas a las provincias que luchaban. En ese marco y con la proximidad de Semana Santa, se definió cortar la ruta turística para obligar al gobierno a dar respuesta. La respuesta de Sobisch no tardó en llegar. Decretó la conciliación obligatoria a pocas horas de iniciarse el corte de ruta. Desde Aten rechazamos esa conciliación y fuimos a la ruta en las primeras horas del día 4 de abril. El operativo montado por la policía provincial era insultante, en cada semáforo de la ruta 22 se habían apostado policías armados hasta los dientes que amenazaban con una intervención represiva de alta envergadura. Antes de poder concretar el corte, a poca distancia se desató contra nosotros una feroz represión en medio de la ruta desértica, con gases, balas de goma, balas de plomo y el tiro mortal que recibió nuestro entrañable compañero Carlos Fuentealba, fusilado por el cabo Poblete a un metro de distancia del auto donde circulaba Carlos. El pedido de justicia tomó dimensiones nacionales e internacionales, lográndose con la movilización el encarcelamiento a perpetua de Poblete.
La lucha por justicia para Carlos está inconclusa porque Sobisch, autoproclamado responsable político de la orden de reprimir, y los quince policías y funcionarios a cargo del operativo fueron sobreseídos, mostrando el carácter de la justicia que defiende a corruptos, ladrones y represores.
La muerte de Carlos fue la respuesta sanguinaria de un gobierno contra Aten, gremio que desde su nacimiento libró innumerables luchas en defensa de la escuela pública, siendo una de las pocas provincias donde nunca se puedo aplicar la Ley Federal de Educación de Menem. Por eso, la dignidad de Fuentealba como luchador y militante de izquierda, se transformó en bandera de lucha y estandarte de toda la docencia, reconocimiento que Carlos se supo ganar y los docentes supimos levantar bien alto.
Hoy, a 10 años del fusilamiento, reafirmamos nuestro lema: “sólo la lucha traerá justicia”. Por eso seguiremos reclamando que se reabra la causa para sentar en el banquillo de los acusados a Sobisch y demás responsables políticos del asesinato. Con este reclamo marcharemos el 4 de abril y le exigimos a Ctera que convoque al paro nacional para ese día, tal cual lo votó por unanimidad nuestra asamblea de casi 2.000 asistentes en ATEN Capital. Para que estalle el grito de justicia en cada plaza del país, decimos bien fuerte: ¡Carlos Fuentealba presente, ahora y siempre!