Los ferroviarios llevarán a esa reunión su propuesta de continuidad votada en asamblea: paro de 36 horas con marcha a Plaza de Mayo. Así como debatir la realización de diferentes acciones conjuntas de apoyo a la lucha docente y a todos los conflictos en curso.
Existe un vacío dejado por los dirigentes de la CGT que vuelven a la tregua. Es necesario que lo que luchan vayan construyendo instancias de coordinación para llenarlo, en este caso ante la apremiante lucha contra el ajuste.
El llamamiento es amplio, sin ningún condicionamiento para todo aquel que quiera luchar para darle continuidad a la pelea contra el ajuste del gobierno, contra la burocracia y por la democracia sindical. Los ferroviarios invitan especialmente al Sutna, los Sutebas combativos, ATEN Capital, Amsafe Rosario, los judiciales de la provincia de Buenos Aires, ATE Sur, docentes universitarios de AGD-UBA, médicos de la Cicop y a todas las listas opositoras de los distintos gremios.
Es importante este tipo de iniciativas para seguir coordinado acciones
Corresponsal
Piquetes de la izquierda y el sindicalismo combativo
Durante la jornada del 6 de abril, se realizaron varios piquetes y actos en las autopistas y puentes de los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires y en otras localidades del país (Córdoba, Rosario, Neuquén, Jujuy). Muchos de ellos fueron realizados por el sindicalismo Pcombativo y la izquierda. Y otros por la CTA y otros gremios en lucha.
En el marco de que lo central era garantizar la contundencia del paro, los cortes en lugares emblemáticos sirvieron para que se hiciera escuchar la exigencia de continuidad de las medidas con un nuevo paro de 36 horas y marcha a la Plaza de Mayo. Incluso en los medios de comunicación, que se vieron obligados a cubrirlos. Frente a una CGT que busca desesperadamente reencauzarse en la tregua con el gobierno, la voz disonante del sindicalismo combativo y la izquierda llegó a partir de las palabras de los dirigentes en estos cortes.
Los piquetes además sirvieron de cobertura a muchos trabajadores no sindicalizados o en negro que, queriendo adherir al paro, eran presionados por sus patronales para concurrir a trabajar incluso con taxis, remises o sus propios autos particulares. Las escenas televisivas que mostraban que “no se podía llegar” a determinados puntos le permitió a estos compañeros cubrirse de sanciones frente a las patronales y poder efectivamente adherir a la medida.