Vera llegó a la legislatura porteña denunciando al gobierno kirchnerista, a los crímenes narcos y casos de trata de personas. Guillermo Moreno, en cuyo prontuario, además de su control dictatorial de Indec, figuran “méritos” tales como el cierre de la papelera Massuh dejando en la calle a todo su personal, era atacado entonces por Vera como uno de los peores ejemplos de la corrupción bajo Cristina.
¿Cómo explica Vera esta voltereta política?: “Hemos tenido diferencias en el pasado, no lo negamos. Pero esto es un frente, no una fusión. Con Guillermo compartimos la misma mirada estratégica que plantea el Papa Francisco en su encíclica: la crítica al capitalismo salvaje y el cuidado del medio ambiente, entre otras” (Clarín 6 de junio). Digamos que un vínculo importante de Moreno con el Papa es que su esposa coordina las donaciones a la iglesia católica en la Argentina.
En síntesis, quienes tienen al Papa como su máxima referencia encuentran aquí su alternativa en las PASO de Capital: una lista encabezada por Guillermo Moreno, el mismo que competía por el título de máximo patotero del gobierno kirchnerista con los represores Berni y Milani.