Los especuladores internacional festejan la “fiesta del endeudamiento”. Casi todas las semanas reciben nuevos ofrecimientos de bonos argentinos con suculentos intereses y condiciones totalmente favorables para ellos. El colmo se alcanzó hace un mes, cuando el gobierno de Macri ofreció un bono con el que nos endeudábamos…¡a cien años!
La deuda externa argentina sigue creciendo, de esta manera, cual bola de nieve. Ya es impagable. Pero más temprano que tarde sucederá que ya ni siquiera se podrán afrontar los vencimientos, llevando otra vez a la clase trabajadora y los sectores populares a la catástrofe, como ya pasó varias veces. Sucedió en la hiperinflación de 1989. O en el 2001, por citar solo los casos más cercanos.
Pero el aumento de la deuda hace que, ahora mismo, el solo pago de los intereses que van venciendo se haya transformado en la principal partida de nuestro presupuesto. Para ponerlo en números sencillos: lo que pagaremos este año de intereses es el doble de todo el presupuesto educativo y tres veces el de salud.
Veamos qué se podría hacer con ese dinero
Construir una vivienda popular para una familia tipo hoy orilla los 60.000 dólares. Con los 16.000 millones que se pagarán este año de intereses se podrían construir 260.000 casas. Según el último censo, hay en nuestro país 2.145.000 viviendas precarias (ranchos aislados o en parajes, villas de emergencia y asentamientos). Si aplicáramos sistemáticamente este dinero en apenas ocho años resolveríamos este drama. Un plan de obras públicas dedicado a este objetivo permitiría a la vez dar trabajo y ayudar a resolver el flagelo del desempleo.
Si hablamos de educación, tenemos que en nuestro país hay aproximadamente un millón de docentes (según los datos del último censo). Macri y Bullrich, ex ministro de Educación y actual candidato de Cambiemos a primer diputado por la provincia de Buenos Aires se la han pasado insistiendo que “no hay plata para aumentar a los docentes”. ¿De cuánto estamos hablando? Pagarle 15.000 pesos a cada docente (el piso de la canasta de pobreza) equivale a un gasto de 10.800 millones de dólares. ¡Mucho menos que el pago de intereses de deuda de este año!
Podríamos replicar estos ejemplos para la construcción de escuelas. Hacer una escuela desde cero sale aproximadamente 36 millones de pesos. ¡Con los intereses de la deuda se podrían hacer ocho mil escuelas nuevas!
Todos estos ejemplos los hemos realizado comparando simplemente con lo que estamos pagando de intereses en este año 2017. Pero el total de nuestro endeudamiento ya es de 350.000 millones de dólares. ¿Te das cuenta, compañero lector, del monto de dinero que estamos regalándole a los buitres internacionales? Nos estamos hipotecando de por vida. Estamos tirando a un barril sin fondo todo el dinero que necesitamos para trabajo, salario, educación, salud y vivienda.
Sólo el Frente de Izquierda presenta un programa alternativo realmente viable para resolver las necesidades populares. Los candidatos patronales, que ahora, en plena campaña, te llenan de promesas, te están mintiendo. Luego te dirán que “no hay plata” y por eso no pueden cumplir. Nosotros somos claros: decimos de dónde sacar la plata, de dejar de pagar la deuda externa. Para apoyar estas propuestas, te invitamos a que votes al Frente de Izquierda y nos ayudes a difundir su programa entre tus compañeros de trabajo, estudio o lugar de vivienda.