El aparato represivo sigue intacto. Antes con el kirchnerismo, ahora con Macri. Por eso Bullrich defiende a la Gendarmería del Proyecto X a capa y espada. Mientras, Julio López y Santiago Maldonado siguen desaparecidos.
La desaparición de Maldonado tiene una similitud con la de Julio López, ocurrida en 2006, en pleno gobierno kirchnerista. En su momento, el gobierno K (igual que ahora el de Macri) se negó a considerar el hecho como desaparición forzada de persona. Aníbal Fernández decía que tal vez Julio López estaba tomando un té con su tía. Investigar la desaparición de López por “extravío” de persona, igual que ahora, implica que se borren pruebas y no se investigue al aparato represivo. Nunca se investigó al genocida Etchecolatz, jefe de los torturadores y asesinos que ya habían secuestrado a López durante la dictadura militar.
El aparato represivo sigue intacto. Antes con el kirchnerismo, ahora con Macri. Por eso Bullrich defiende a la Gendarmería del Proyecto X a capa y espada. Mientras, Julio López y Santiago Maldonado siguen desaparecidos.
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