, no el de garantizar un medio de transporte eficiente, seguro y accesible para el pueblo trabajador. Cirigliano y TBA recibieron millonarios subsidios por parte del corrupto gobierno kirchnerista y a cambio nos ofrecieron la masacre de Once con 52 muertos y 700 heridos.
Cuando decimos que deben ser estatales no hablamos de volver al desastre que fueron los ferrocarriles antes de ser liquidados por Menem, cuando administrados por los políticos del PJ y la UCR, en complicidad con las patronales, los vaciaron para justificar su remate. Nuestro planteo de reestatización va indisolublemente ligado al de “control obrero y de los usuarios”. Algo totalmente distinto de lo que hemos conocido.
Porque los trabajadores lo utilizamos para viajar a las fábricas, talleres, oficinas, escuelas, universidades o visitar a nuestras familias, somos los únicos interesados en su buen funcionamiento y en impedir los negociados entre empresarios y políticos corruptos y vaciadores, que hoy continúan con su desguace. Con el ferrocarril estatizado, bajo las condiciones que proponemos, se dará comienzo al desarrollo de una fuerte industria ferroviaria al servicio de resolver las necesidades de la población trabajadora llevando el tren a todos los rincones de nuestro país. Este es el compromiso que asumimos los ferroviarios que conformamos el cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento, la comisión directiva de la Seccional Oeste y la Bordó Nacional.