En el gremio docente fue el sindicalismo combativo nucleado en Ademys quien impulsó reiteradas asambleas docentes para rechazar la reforma, logrando que 10 de 17 escuelas piloto se pronuncien en contra y que los docentes de más de 50 colegios rechacen masivamente con su firma la “secundaria del futuro” macrista. La conducción kirchnerista de la UTE sólo participó de la primera asamblea el 15 de agosto y luego pasó a boicotear toda organización y/o asamblea docente contra la reforma. Por el contrario Ademys llevó la solidaridad a todas las escuelas tomadas e impulsó un paro docente el pasado 22 de septiembre en los colegios secundarios y la gran marcha educativa donde su secretario general Jorge Adaro fue ovacionado por los estudiantes y el dirigente de la UTE que habló fue abucheado, a lo que le siguió una exigencia gritando “paro, paro, paro, paro general”.
Otro tanto sucedió a nivel estudiantil. Incluso la agrupación Simón Bolívar con importante influencia en la CEB, tuvo que denunciar en una declaración pública del 13 de septiembre que las organizaciones estudiantiles kirchneristas se opusieron a tomar los colegios porque no veían condiciones para encarar una lucha frontal contra el macrismo.
Los K nunca se jugaron a desarrollar la movilización contra la reforma macrista. Como venimos denunciando desde el FIT, los K son cómplices del ajuste.