Como cada año, el encuentro concentra a mujeres de todas partes del país que con mucho esfuerzo viajan a socializar experiencias y coordinar acciones nacionales para enfrentar las políticas de los gobiernos que las atacan cada vez más. Los encuentros nacionales de mujeres son eventos muy importantes y tienen un potencial político enorme porque movilizan a decenas de miles que reclaman por sus derechos. Sin embargo, no todas las que participan de tienen este objetivo y, por ejemplo, quienes hegemonizan hoy la comisión organizadora buscan ocultar la voz de la mayoría, vaciar el encuentro y frenar la movilización tejiendo alianzas con el gobierno y la Iglesia Católica.
Este año, la comisión organizadora hegemonizada por el PCR/CCC, priorizó los acuerdos políticos con el gobierno provincial justicialista de Domingo Peppo y con el intendente Jorge Capitanich (ex jefe de gabinete de Cristina). Ambos exigieron que dicha comisión articule todo el cronograma del encuentro con la Mesa Interreligiosa de Chaco. Por eso, la marcha tradicional de cierre no tenía planeado pasar por la casa de gobierno, ni por la Catedral. Esto fue acordado junto al kirchnerismo, Patria Grande y otros sectores que, aunque se digan combativos, siguen la línea del Vaticano que pretende la sumisión de las mujeres. Este acuerdo demostró quiénes están del lado de la reaccionaria cúpula de la Iglesia Católica que se opone al derecho al aborto legal, seguro y gratuito y quiénes junto a las mujeres que peleamos en las calles por nuestros derechos.
La santa alianza entre la comisión organizadora, el gobierno y la Iglesia fue la que habilitó que, al cierre del evento, grupos violentos amparados por la policía agredieran con piedras a varias delegaciones (que estaban subiendo a los micros para regresar a sus provincias). Es más, trascendió que una de las instigadoras de este ataque fue la ex diputada provincial radical, Clelia Ávila, referente antiderechos de Cambiemos. Desde nuestra agrupación Isadora, repudiamos enérgicamente estos ataques que pretenden amedrentar al conjunto de las mujeres que nos organizamos. A su vez, denunciamos que los responsables de estos hechos responden políticamente a los sectores más reaccionarios de la sociedad que buscan legitimar la violencia patriarcal.
Apostemos a la movilización de las mujeres
En el acto de cierre se vio la imposición burocrática de la próxima sede del Encuentro Nacional de Mujeres, que será en Puerto Madryn (Chubut). La comisión organizadora nuevamente la trasladó a un lugar alejado de los principales centros urbanos y del poder político nacional, tal como lo hizo el año pasado. Esto deja en evidencia dos cosas: la primera, que existe un enorme acuerdo con Macri para que miles de mujeres no se expresen en la Plaza de Mayo, y la segunda, que buscan vaciar los encuentros nacionales alejándolos para que cada vez seamos menos las que podamos participar.
Desde Isadora denunciamos estas maniobras burocráticas que se suman al método del consenso que se utiliza en los talleres para acallar a las mayorías. Estos métodos atentan contra el crecimiento y el desarrollo de los propios encuentros nacionales de mujeres. Pero, además, van en contra del movimiento de mujeres que está en ascenso y en las calles por #NiUnaMenos, por el desmantelamiento de las redes de trata, etcétera. Por eso, nuestra postura es que sean democráticos y que resuelvan un plan de lucha, en oposición a lo que quieren las agrupaciones del kirchnerismo, PCR/CCC y Patria Grande, que buscan vaciar los encuentros y no llamar a luchar.
Desde nuestra agrupación apostamos a seguir desarrollando la movilización, porque es la única herramienta que tenemos para pelear por nuestros derechos. Y estamos por la construcción de un movimiento de mujeres antipatriarcal, anticlerical y anticapitalista que se organice de manera independiente de los gobiernos, de los partidos patronales y de la Iglesia, que son los responsables de la situación de opresión que sufrimos las mujeres.