Por fin De Vido está en la cárcel. La izquierda hace años que lo venía pidiendo, denunciaba, sin claudicar, la corrupción de los gobiernos kirchneristas y a De Vido. Por ello los diputados de Cambiemos y su gobierno mintieron alevosamente cuando dijeron que la izquierda salvaba al ex ministro. Fueron los ferroviarios de la Bordó, junto a las organizaciones de usuarios y los familiares de las víctimas de Once, con el acompañamiento de la izquierda, los que enfrentaron y denunciaron la corrupción. ¿Dónde estaban entonces los que hoy dicen luchar contra la corrupción? Nunca aparecieron, porque de los subsidios millonarios kirchneristas se beneficiaban tanto Franco Macri con el Belgrano Cargas, como Odebrecht, Iecsa y Ghella (estas dos ligadas a la familia Macri) que junto a Comsa obtuvieron el soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Una obra faraónica e innecesaria que tiene por objeto beneficiar a los grandes empresarios y denunciada por los ferroviarios de la Bordó por corrupta desde su lanzamiento y que este gobierno continúa. Entretanto los trenes del Sarmiento siguen sin el sistema de frenado automático que hubiese evitado la masacre de Once. A los negociados del pasado se agregan los del presente, como el decreto que permite a Dietrich levantar vías para después vender los terrenos de los ferrocarriles y realizar emprendimientos inmobiliarios. Entre tanto, sin ponerse colorado, Marcos Peña reconoció que Odebrecht cotizó para la campaña Macri 2015. Sí, el gobierno continúa con los corruptos negocios de De Vido, es por esto que el actual ministro de Energía Aranguren coincidió con el ex ministro de Planificación en la continuidad de las represas hidroeléctricas de Santa Cruz, un negociado con la dictadura capitalista china. Esto llevó a que nuestro diputado Juan Carlos Giordano manifestara en el Congreso que “Aranguren y Dietrich serán los nuevos De Vido”.
La justicia patronal actúa cuando los gobiernos se van, recién ahora, a catorce años del inicio de los gobiernos kirchneristas los jueces emiten fallos. En su momento no vieron los 7.000 millones de dólares de sobreprecio en la importación de gas, tampoco los negociados con Río Turbio. Pero que De Vido esté preso es un gran paso, es lo que exigía gran parte del pueblo trabajador y la izquierda. Un gran paso que debe servir de impulso para profundizar la lucha contra la corrupción capitalista. Lo contrario querrá hacer el gobierno, utilizarlo para hacer pasar las “reformas” antipopulares, más ajuste, tarifazos y negociados. Para ello contará con la inestimable ayuda de los “honorables” diputados patronales, porque políticos y empresarios corruptos son los partícipes necesarios para continuar con el saqueo que sufre desde hace décadas nuestro país. Los trabajadores tendrán que enfrentar la corrupción luchando para que vayan presos todos los empresarios corruptos y para derrotar las reaccionarias reformas que pretende llevar adelante el gobierno de Macri.