También tuvimos una gran actividad relacionada con el movimiento de mujeres. Fuimos parte del #NiUnaMenos, del paro mundial del 8 de marzo, exigimos la adhesión a la ley nacional contra la violencia de género y la aprobación del presupuesto correspondiente. Pedimos informes acerca de la actuación policial frente a las denuncias por violencia de género, ya que existían reiterados casos de femicidios cometidos por integrantes de las fuerzas de seguridad. Reclamamos que se suspendiera en sus funciones al diputado Brandan por haberle dado una golpiza a su mujer. Exigimos la libertad de Rita, acusada de “complicidad” ante el fallecimiento de una joven en un aborto clandestino. También presentamos un proyecto por el aborto legal, seguro y gratuito en la provincia.
Planteamos la reestatización de la empresa provincial de electricidad (Edesa) y de transporte. Estuvimos presentes cuando se dio inicio a la megacausa 3 contra los genocidas de la dictadura en la provincia. Viajamos al departamento de Guasayan para apoyar a las familias a las que se intentaba desalojar para construir una pista de aterrizaje clandestina al servicio del narcotráfico, con la vista gorda del gobierno.
Hubo muchas otras intervenciones. Fueron dos años muy intensos, donde llevamos los reclamos de los trabajadores, las mujeres, los sectores populares y las propuestas de la izquierda en una de las legislaturas más conservadoras del país.