Mauricio, ignorante o muy chupamedias
Chupar las medias a los imperialistas es una práctica que el presidente, Mauricio Macri, ejerce con total naturalidad. Pero en Davos, con el cálido ambiente de los salones atestados de los más ricos y poderosos del mundo que lo aplaudían, se fue de boca. Allí, en su discurso, para subrayar su impulso a un acuerdo que someta aún más al Mercosur a la Unión Europea, aseguró que “en Sudamérica somos todos descendientes de europeos”.
Por supuesto que enseguida surgieron las críticas desde todos los sectores opositores, recordándole que la inmensa mayoría de la población del continente es de origen mestizo, producto de la conquista del continente a sangre y fuego por los genocidas europeos, y donde aún existen millones de descendientes de los pueblos originarios. Detrás de esta frase infeliz queda al desnudo el odio del presidente argentino hacia los molestos “indios”, como los mapuches con sus reclamos de derechos ancestrales sobre la tierra, a los que quiere literalmente “borrar del mapa”. Así lo vino demostrando en los brutales episodios de represión donde murieron Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, todo al servicio de defender los intereses de sus amados “europeos” como el empresario italiano Benetton, dueño de un millón de hectáreas en la Patagonia.
Macri ve una Sudamérica de empresarios “blancos y europeos”, donde los “otros”, negros, mestizos e indios, solo son carne de explotación al servicio de las multinacionales, los bancos y el imperialismo.
G.M.