El martes 22 se estaba realizando una nueva jornada del plan de lucha de los trabajadores del subte. En esta ocasión, con un paro de las líneas E, H y el Premetro. El conflicto tiene su origen en el rechazo al 15% de aumento salarial firmado por la UTA que, en complicidad con la patronal, excluyó de la negociación a los metrodelegados, no reconociéndoles la representatividad gremial.
Fue en el marco de esta jornada que la Policía de la Ciudad lanzó la feroz represión. Buscaban romper la medida de fuerza, sacando a circular los trenes con personal jerárquico no idóneo. Al lanzarse los compañeros a las vías para tratar de impedirlo, fueron salvajemente reprimidos en las instalaciones y andenes. En la primera línea de la represión muchas trabajadoras del subte resultaron golpeadas, lanzadas al piso y arrastradas por la policía, que realizó un despliegue sin precedentes por los túneles, dando caza a los trabajadores (entre ellos varios delegados) para llevárselos detenidos.
Hubo dieciséis presos, entre ellos el secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) Néstor Segovia. Los metrodelegados denunciaron que el operativo se cumplió “sin orden judicial” y que el comisario a cargo les explicó que “el Ministerio de Transporte ordenó sacar a los trabajadores”. Al mismo tiempo la empresa Metrovías, en evidente connivencia con el gobierno, envió 150 telegramas de suspensión, de los cuales 114 fueron remitidos a delegados, a los que a su vez se les iniciaría un proceso de desafuero. El Gobierno de la Ciudad, por su parte defendió la represión y atacó el derecho de huelga.
Inmediatamente la organización gremial lanzó un paro de todas las líneas hasta que se libere a los detenidos y llamó a una conferencia de prensa mientras numerosas organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos se congregaban en la puerta de la comisaría, donde volvieron a darse episodios de represión.
Se hicieron presentes agrupaciones y dirigentes kirchneristas, dirigentes sindicales de Camioneros, la Corriente Federal de la CGT, ATE y la CTA. También referentes de nuestro partido y el sindicalismo combativo, como Rubén “Pollo” Sobrero, Mónica Schlotthauer y Edgardo Reynoso de la Unión Ferroviaria Oeste, Jorge Adaro de Ademys, la legisladora Laura Marrone y el diputado electo Juan Carlos Giordano, entre otros tantos compañeros que llevaron su solidaridad.
Tal como señaló Juan Carlos Giordano: “La salvaje represión y posterior detención de varios delegados y dirigentes del subte merece nuestro más visceral repudio. Larreta y Macri se ponen del lado de la patronal de Metrovías. Ahora los detienen por el delito de defender su salario, prohibiéndoles el derecho a la protesta”.
Desde Izquierda Socialista apoyamos todas las medidas de protesta de los trabajadores del subte. El paro es por responsabilidad exclusiva del gobierno y la patronal que han acordado un salario miserable a espalda de los trabajadores.
El subte no debe seguir en manos de una patronal negrera como la de Roggio. Hay que reestatizarlo y ponerlo a funcionar bajo el control y gestión de sus trabajadores y organizaciones de usuarios. Esa será la única forma para que haya un servicio eficiente con tarifas accesibles para los millones de trabajadores y sectores populares que lo usan.