Escribe Mechi Beauvoir
La rebelión popular contra el régimen dictatorial de Ortega-Murillo lleva meses en Nicaragua. Desde el inicio de las movilizaciones contra la reforma previsional del FMI en abril, la brutal represión por parte del gobierno ya lleva más de 450 asesinados. Pero la juventud y el pueblo nicaragüenses siguen en las calles luchando por sus derechos y pidiendo que se vaya Ortega. A los asesinados se suman los cientos de heridos y detenidos. Según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenudh) en Nicaragua hay más de 400 presos políticos, muchos de ellos en la temida cárcel conocida popularmente como “El Chipote” y denunciada como centro de tortura.
Entre el 24 y 25 de agosto se realizaron múltiples movilizaciones encabezadas por el movimiento estudiantil y de las mujeres en Chinandega, León, Managua, Carazo y Matagalpa, en las cuales las fuerzas de seguridad realizaron al menos 50 detenciones arbitrarias de referentes de la lucha por los derechos humanos en el país, la mitad de ellos vinculados a la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ). Entre los detenidos se encontraba una documentalista brasilera, que fue liberada horas después, enviada a migraciones y extranjería y deportada del país. Denunciamos las detenciones producidas en el marco de las movilizaciones contra la dictadura de Ortega y los secuestros por parte de las fuerzas parapoliciales, entre ellos el de Victoria Obando en la ciudad de León, una mujer transgénero, referente del movimiento de diversidad y de la Universidad UNAN de Managua.
Desde la Unidad Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional impulsamos una campaña de solidaridad internacional con el pueblo nicaragüense en lucha y para que se vaya Ortega. Exigimos la libertad de los presos políticos, el fin de la persecución a los luchadores y la criminalización de la protesta y el derecho a la organización de la juventud y el pueblo de Nicaragua.