En todo el mundo comenzaron las reuniones y asambleas para organizar el tercer paro mundial feminista en un contexto de crisis económica y ajuste que golpea especialmente a las trabajadoras. Frente a los femicidios, la violencia sexual, la trata y los intentos de avanzar sobre el derecho al aborto, el gran movimiento que ganó las calles tiene el desafío de lograr una nueva jornada internacionalista, anticlerical, antipatriarcal y anticapitalista que arranque las reivindicaciones por las que viene luchando.
En nuestro país también comenzaron las asambleas para organizar esta gran jornada que será de denuncia a Macri y los gobernadores como responsables de la situación de las mujeres. Ajuste, precarización laboral, femicidios y aborto clandestino es la política del gobierno que las mujeres estamos dispuestas a enfrentar.
Sin embargo, las organizaciones de mujeres, lesbianas, travestis y trans referenciadas en el kirchnerismo (Vamos, Movimiento Evita, La Cámpora, La Poderosa, NiUnaMenos, AMMAR, entre otras) han comenzado a expresar con fuerza su política para frenar el avance de nuestra pelea. Es así que en diferentes asambleas desarrolladas en el conurbano bonaerense vienen planteando que el 8M no hay que movilizarse a Plaza de Mayo a golpear en el centro del poder político, sino que solo habría que fortalecer las acciones barriales. Además, en cuanto al paro, llaman a la “creatividad”, a que solo paremos en las tareas domésticas en las casas y a que cada sindicato decida la modalidad (paro efectivo, cese de actividades o simplemente un afiche o foto sobre el tema). Se oponen enfáticamente a reclamar a la CGT y a las CTA lo que venimos planteando las feministas socialistas desde la izquierda junto con una gran cantidad de activistas independientes: un paro general feminista en donde todas y todos paremos por las reivindicaciones de las mujeres, lesbianas, travestis y trans.
Pero lo que es aún más grave, es que llaman al movimiento feminista a encarrilarse detrás del proyecto de Cristina. La misma que ya gobernó para las patronales durante doce años profundizando la feminización de la pobreza y que no nos garantizó el derecho al aborto ni ningún otro derecho mientras promovió la precarización laboral con planes y contratos basura. La misma que hoy llama a bajar la bandera del aborto, a unirse con el Vaticano y que se comprometió a “honrar” la deuda externa a costa del hambre del pueblo trabajador. Frente a esta postura, desde Isadora e Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda, consideramos que para que de verdad conquistemos nuestros derechos y derrotemos al macrismo y a los gobernadores del ajuste debemos seguir movilizadas en las calles y construir una alternativa política sin patrones, de las trabajadoras y trabajadores junto con los sectores oprimidos. Por eso proponemos que el 8M se pronuncie en contra del ajuste de Macri y los gobernadores, por el aborto legal ya, por plata para la emergencia en violencia de género y no para la deuda externa. Construyamos una alternativa política de las trabajadoras. Sigamos haciendo crecer esta ola de luchas feministas y seamos miles en las calles. No debemos parar hasta que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.