El martes 13, 376 trabajadores de la línea de bandera recibieron los telegramas donde se les notificaba su suspensión. Esto es en respuesta a la asamblea realizada el pasado 8 de noviembre y la posterior retención de tareas en reclamo del pago de la cláusula compensatoria adeudada desde septiembre.
La empresa intenta aplicar sanciones a “quienes estuvieron en la asamblea”, como ser personal de rampa, de mostrador, mantenimiento y pilotos. El ataque a los trabajadores y a su organización sindical se suma a los intentos del gobierno de flexibilizar la empresa para llevarla a un escenario de posible privatización en beneficio de las low cost. Desde Sindicatos Aeronáuticos Unidos convocaron a continuar el plan de lucha ante el ataque de la empresa y su incumplimiento del acuerdo salarial.