Escribe Martín Fú
Ana María Martínez fue militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST, antecesor de Izquierda Socialista), que soportó los embates primero de la Triple A y luego de la dictadura militar. A la edad de 31 años fue secuestrada por un grupo de tareas en su domicilio de Villa de Mayo, el 4 de febrero de 1982, para luego aparecer una semana después acribillada a balazos en cercanías de Dique Luján. “Rosalía”, tal como la llamaban sus compañeros de militancia, era obrera fabril de la autopartista DEA de Vicente López y estaba embarazada. Treinta y seis años después, luego del movilizar de manera permanente junto con la Comisión de Amigos, Familiares y Compañeros de Ana María Martínez, dos ex militares serán juzgados por su secuestro y asesinato.
El próximo 11 de octubre tendrá lugar la primera audiencia en San Martín donde serán juzgados el ex general de brigada Jorge Norberto Apa, jefe del Destacamento 201 de Inteligencia, y el ex teniente coronel Raúl Guillermo Pascual Muñoz, jefe de Departamento de Personal G1. Ambos militares prestaban sus “servicios” en el Estado Mayor del Comando de Institutos Militares, con base en Campo de Mayo. Por su parte, el ex teniente general Hector Ríos Ereñú, condenado anteriormente por delitos de lesa humanidad, murió durante la instrucción de la causa. Desde la conformación de la comisión en 2011, hemos estado movilizados, realizando actos, conferencias, aportando pruebas y testimonios, audiencias públicas en el Congreso, conformando la mesa del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, llevando nuestra solidaridad a las luchas obreras y acompañando los reclamos de familiares y amigos de las víctimas de la dictadura militar, como de la represión durante los gobiernos democráticos. Así continuaremos, movilizados reclamando juicio y castigo con cárcel común para todos los represores. Ana María Martínez ¡presente!