La noticia de que la delegada del ferrocarril Sarmiento y diputada nacional electa por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad, Mónica Schlotthauer, dio positivo a la prueba de hisopado sobre el Covid-19 es preocupante. Sin embargo, no nos sorprendió. Al igual que los trabajadores de la salud y de otros sectores, Mónica es parte de la primera línea de riesgo en esta pandemia. Junto con sus compañeros ferroviarios ha combinado la prestación de un servicio esencial para los trabajadores con la denuncia de la falta de elementos de prevención al contagio y la exigencia para que sus compañeros y los usuarios puedan viajar seguros. El cuerpo de delegados del Sarmiento ha desarrollado así una política opuesta a la de la burocracia, mostrando lo que se puede lograr con una dirección sindical combativa y democrática.
Lo importante es que Mónica se está recuperando, en aislamiento, en su domicilio de Isidro Casanova, La Matanza, desde donde nos relató: “Entre los ferroviarios de todas las líneas ya hay más de 180 compañeros que estamos contagiados y cuatro fallecieron. Es alarmante. Somos quienes todos los días prestamos los servicios esenciales y venimos dando pelea tras pelea contra la empresa, la gerencia y el Ministerio de Transporte del gobierno nacional. Primero, por falta de elementos de protección e higiene, licencias, guardias mínimas y también para que se cumplan los protocolos del Ministerio de Salud. Somos los que garantizamos la desinfección de los trenes y estamos alarmados porque el régimen de reservas no garantiza el distanciamiento social en el transporte de pasajeros. Mientras las patronales no cumplen con la mínima seguridad en muchos lugares de trabajo, y con dirigentes sindicales ciegos, sordos y mudos ante nuestras necesidades, los trabajadores nos exponemos y contraemos el virus. Exigimos seguridad, protección y que se cumplan los protocolos. Exigimos una cuarentena sin hambre, rebaja salarial ni despidos. Y que la plata para combatir la pandemia del coronavirus y cubrir las necesidades sociales se la saquen a los grandes grupos económicos imponiendo un impuesto especial a sus grandes riquezas”.
Hablamos con la Mónica de siempre, más preocupada por la situación de los trabajadores que por su afección. Desde El Socialista le deseamos una rápida recuperación. ¡Fuerza Mónica!