La agrupación internacional ambientalista Fridays for Future (Viernes por el Futuro) convocó para el 25 de septiembre a un día de acción global por el clima, el primero del año. Señala en su llamado: “Los próximos meses y años serán cruciales [...] Si queremos minimizar el riesgo de disparar una cadena irreversible de reacciones más allá del control humano, necesitamos actuar ahora. Por todo esto, es vital que la crisis climática no quede olvidada a la sombra del coronavirus, sino que se considere la máxima prioridad”.
En septiembre de 2019, hace un año, hubo manifestaciones en más de 3.000 ciudades de 150 países, millones de personas reclamando medidas eficaces contra el cambio climático. Una de las más grandes fue en Nueva York, en cuya cabecera marchaba la activista sueca Greta Thunberg, convertida ya en un símbolo mundial de la indignación juvenil por la falta de acción de los gobiernos y la inutilidad de las “cumbres” del imperialismo (G8, G20) para tomar medidas efectivas para frenar el aumento de la temperatura del planeta.
Esta nueva jornada mundial de 2020 se convoca con la pandemia del Covid-19 aún en curso. En momentos en que los huracanes del Caribe, con una fuerza sin precedentes, y los incendios de gigantescas extensiones en California y la Amazonía, nos muestran los desastrosos efectos del cambio climático.
Estos desastres, que se suman al propio Covid-19, son resultado directo de la decadencia del capitalismo. Un sistema de explotación que no mide consecuencias ambientales ni catástrofes humanas, cuando se trata de mantener o multiplicar sus ganancias. El crecimiento de la desigualdad social, del hacinamiento, el colapso de los sistemas de salud pública estatal del mundo y la destrucción ambiental son el terreno propicio para el surgimiento y desarrollo de viejas y nuevas enfermedades.
La destrucción de bosques, así como la agroindustria capitalista, como el caso de la dictadura china y la producción industrial de cerdos sin controles sanitarios, junto con el calentamiento global, nos están exponiendo a nuevas pandemias. Esto fue incluso previsto por un informe a la ONU de 250 científicos que culminó a comienzos del año pasado. Pero la ONU, como órgano del imperialismo, solo hace “informes” mientras deja correr que Estados Unidos, China y las grandes potencias capitalistas sigan, con sus multinacionales, destruyendo el ambiente.
La actual crisis económica mundial y una recesión del 6% al 8% mundial, lejos de atenuar el problema de la contaminación y depredación ambiental, como habían pronosticado algunos ambientalistas, las está agravando. Los gobiernos capitalistas, desde Estados Unidos a China, pasando por los países semicoloniales, tienden a dar carta blanca a las multinacionales para que puedan mantener ganancias y, para eso, les permiten violar las insuficientes reglamentaciones ambientales que tienen los Estados. Un ejemplo catastrófico muy claro es el de los incendios en la Amazonía, en Brasil y Bolivia, provocados tanto por el calentamiento global como por terratenientes que impulsan los incendios intencionalmente, y amparados por los gobiernos para ampliar la “frontera agrícola” de la agroindustria capitalista.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) llamamos a impulsar la jornada de lucha mundial del 25 de septiembre, afirmando que el responsable del desastre climático es el propio sistema capitalista imperialista. Que la única salida posible para frenar esta catástrofe es luchar por terminar con el capitalismo imponiendo gobiernos de la clase trabajadora y los sectores populares, expropiando a las multinacionales y a la banca sin ninguna indemnización, protegiendo a trabajadoras y trabajadores. Gobiernos que inicien la construcción de una sociedad socialista en donde se planifique democráticamente la economía y producción minera, agrícola, pesquera e industrial al servicio de las amplias mayorías trabajadoras y al cuidado de la naturaleza. ¡Socialismo o catástrofe!
Desde la UIT-CI llamamos a movilizar el 25 de septiembre bajo la modalidad que sea posible en cada país. Lo hacemos apoyando las luchas contra la contaminación del agua, el aire, las tierras y el mar; contra la destrucción incendiaria de las selvas y la tala indiscriminada; contra la depredación de la naturaleza por las multinacionales y su saqueo imperialista; por la prohibición de la minería a cielo abierto; por la expropiación de las multinacionales mineras, del petróleo y el gas, de agroquímicos (Monsanto-Bayer y otras) y de la agroindustria capitalista que depreda, envenena y destruye ríos y bosques.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)
18 de septiembre de 2020