Veintidós países de la ONU, entre ellos la Argentina, aprobaron una resolución presentada por la llamada “Misión de Determinación de Hechos”, con la que la organización investiga la situación de los derechos humanos en Venezuela. La resolución, entre otras cuestiones, condena las violaciones a los derechos humanos, llama a celebrar “elecciones libres”, manifiesta alarma por la crisis “civil, política, económica, social y cultural” y la “falta de independencia de poderes”. La Argentina acompañó esta resolución junto con los gobiernos de Bolsonaro, de Brasil; Piñera, de Chile; Márquez, de Colombia; Jeanine Añez, de Bolivia; o Donald Trump, de los Estados Unidos. ¿Qué moral tienen estos personajes nefastos, asesinos y golpistas para hablar de derechos humanos o democracia en algún lugar de la Tierra?
Nuestro rechazo a la resolución de la ONU no significa apoyo alguno al gobierno patronal y dictatorial de Maduro, de doble discurso, hambreador y represor, que explota y oprime al pueblo venezolano y que nada tiene que ver con el socialismo. Por eso llamamos a los trabajadores y jóvenes del mundo a repudiarla y a solidarizarse con el pueblo venezolano y sus luchas. Pero no le damos a esa “cueva de bandidos”, que es la ONU, ninguna autoridad para tomar medidas de injerencia en ese país.
Repudiamos la decisión del gobierno peronista de los Fernández que se definió a favor de esta política proyanqui. Esta postura la toma cuando le abre las puertas de la Casa Rosada al FMI para negociar el pago de la fraudulenta deuda externa y aceptar sus imposiciones de ajustes antipopulares. Toda una señal de sumisión.
Ese mismo día, con Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad, realizamos un acto frente al Banco Central repudiando la intromisión del FMI y exigiendo el no pago de la deuda externa y un plan económico opuesto, que use ese dinero para invertir en salud, salarios, jubilaciones, vivienda, trabajo y demás necesidades de los trabajadores y el pueblo argentino.
Izquierda Socialista
7/10/2020