Escribe Adolfo Santos
Como si no bastara con los fuertes subsidios otorgados por el Estado, las empresas de servicios están volviendo a la carga para aumentar las tarifas. En vez de mandarlos a mejorar los servicios, el gobierno de Fernández les va a conceder los aumentos. Así lo confirmó el ministro de Economía Martín Guzmán en relación con la luz y el gas. En vez de cuestionar los tarifazos, que en los servicios públicos subieron más de 2.000% en la era Macri, el gobierno acepta favorecer una vez más a estas empresas privatizadas. En 2019, Edenor tuvo ganancias por 12.134 millones de pesos y Edesur, 12.681 millones. ¡Caraduras! Son cifras absurdas para seguir pidiendo aumento a una población que se debate en una situación de pobreza creciente. En el gobierno peronista de Alberto Fernández los únicos privilegiados son los empresarios.
Hace pocas semanas, la discusión era con las tarifas de las gasíferas. Ahora es el turno de las distribuidoras de electricidad que están bajo el ámbito nacional, Edenor y Edesur. El gobierno acepta las reglas de juego: o tarifazo o millonadas de subsidios. En ningún caso, estos buitres están dispuestos a ceder un centavo de sus superganancias.
La salida no es ni más subsidios, ni tarifazos. Después de 30 años de saqueo, cada día va quedando más claro que la única salida para que de verdad haya servicios de calidad y con tarifas populares para quienes la necesiten pasa por la reestatización de estas empresas, para que pasen a ser gestionadas por sus propios trabajadores y las organizaciones de usuarios.