Escribe José Castillo
El gobierno del Frente de Todos cumplió con el primer pago a los bonistas privados del canje del año pasado. A fin de mes se pagan otros 215 millones al Club de París. Mientras tanto, Guzmán le garantiza cumplir con el ajuste a los funcionarios yanquis
y al FMI
El 9 de julio fue el Día de la Independencia. La fecha escolar en que recordamos que juramos ser libres “de España y de toda otra dominación extranjera”. Irónicamente, ese mismo día el gobierno de Alberto Fernández cumplió con el compromiso que había asumido con los buitres especuladores tenedores de bonos de la deuda externa. Es que en el acuerdo firmado por el ministro de Economía Guzmán con esos especuladores, y que en su momento se presentó como un “gran triunfo”, en realidad nuestro país se comprometía a empezar a pagar vencimientos de deuda en julio de este año. Así fue: 150 millones de dólares en efectivo salieron a manos de BlackRock, Templeton, PIMCO y otros fondos de inversión menores.
A esto se suma que hace unos pocos días, el gobierno se comprometió también a abonar el 31 de julio 215 millones al Club de París. ¿En qué quedó aquella proclama del 25 de mayo, donde sectores kirchneristas reclamaban que “no se pagara nada” durante la pandemia? Nadie dijo nada ni se quejó: reina el más absoluto silencio.
Guzmán con Janet Yellen
Hace meses que el gobierno viene buscando reunirse con la “figurita difícil”. Finalmente esta semana el ministro de Economía lo logró en una reunión internacional en Venecia. Martín Guzmán se juntó finalmente con la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos (puesto equivalente a nuestro ministro de Economía), Yanet Yellen. Hasta ahora, Guzmán venía siendo “ninguneado” y recibido siempre por funcionarios de menor rango. Esta vez apareció Yellen, que concurrió a la reunión acompañado de David Lipton, el mismo funcionario del FMI que le aprobó el préstamo del FMI a Mauricio Macri. En dicha reunión, el gobierno argentino se comprometió a dos cosas: cumplir con los vencimientos de este año con el Fondo (1.800 millones de dólares en septiembre y otro tanto en diciembre) y avanzar en firmar el acuerdo con este organismo. Traducir: pagar ahora y firmar el próximo mayor ajuste antes de marzo del año que viene.
Así no hay salida para el pueblo trabajador
Los acuerdos con los acreedores privados (como los fondos titulares de los bonos extranjeros) o con los gobiernos imperialistas (que son quienes manejan tanto al Club de París como al FMI) nos llevan en una única dirección: pagar y ajustar; ajustar y volver a pagar. Y así hasta el infinito, mientras la estafa de la deuda externa sigue creciendo cual bola de nieve, generando nuevos e impagables vencimientos a futuro.
Evidentemente, así no tenemos destino. Hay que parar este saqueo. Lo venimos diciendo, una y mil veces, desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad: hay que suspender inmediatamente todos los pagos en concepto de deuda externa y romper los lazos políticos y económicos que nos atan al FMI. Ahí está el dinero para resolver los problemas urgentes que nos demandan las dos pandemias (la sanitaria y la social) y, más en general, permite resolver las urgentes necesidades de trabajo, salario, salud, educación y vivienda.