El 10 de diciembre pasado asumió como diputado nacional nuestro compañero Juan Carlos “Gringo” Giordano. Lo hizo en nombre de Izquierda Socialista como parte de la rotación de las bancas del Frente de Izquierda Unidad, en reemplazo de Romina Del Plá (PO). Ocupará su banca hasta fines de 2021. Mónica Schlotthauer, por su parte, reemplazó a Nicolás del Caño (PTS) hasta fin de año. Giordano y Schlotthauer son quienes están representando al FIT Unidad en el Congreso nacional.

Giordano asume por segunda vez. Ya lo hizo en 2017, poniendo su banca al servicio de las luchas obreras y populares, de las mujeres y de la juventud. Asumió, juró y votó por el aborto legal en esa misma sesión, a fin del año pasado. Un orgullo para toda nuestra militancia y la del Frente de Izquierda. Muchas jóvenes tuitearon ante su encendido discurso condenando a los políticos patronales y a la Iglesia Católica, que se oponía a este elemental derecho humano: “Este diputado dijo lo que yo quería decir”, “sos todo lo que está bien”. No es para menos. En esa jaula de dinosaurios defender desde una banca de izquierda los derechos fundamentales de las mujeres parecía una rareza. La marea verde lo pudo.
Luego Giordano encabezó en el Congreso como única voz la pelea por la vacuna denunciando que se producían millones de dosis en Garín, provincia de Buenos Aires, y se iban al exterior. En las sesiones también interpeló al ex ministro Ginés González García y a la actual, Carla Vizzotti.

El Gringo denuncia permanentemente la usura y la entrega de los pagos de la deuda externa. Presentó el único proyecto de ley que se pronuncia por el no pago y la ruptura con el FMI, propuesto por Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad. Lo mismo podemos decir de los proyectos para reestatizar los ferrocarriles, la Hidrovía (Cuenca del Paraná), o nacionalizar el sistema de salud y la educación pública.

La prueba de que Giordano puso su banca al servicio de las luchas justas lo demostró el virulento ataque del sionismo a su condena a los bombardeos criminales del Estado de Israel y la defensa de la causa palestina en una sesión. Esto provocó que, a través de una campaña siniestra de la Embajada de Israel y sus cómplices, Giordano fuera tildado de “nazi” y “antisemita”, lo que generó una campaña nacional e internacional inmensa en solidaridad como hacía décadas no se veía. El Gringo siempre repite “al pueblo palestino no lo van a doblegar y a nosotros no nos van a hacer callar”.

Giordano es abogado, tiene 59 años y un pasado de lucha en su Córdoba natal. Fue durante dieciséis años delegado de los trabajadores judiciales. Se radicó en 1998 en Buenos Aires, siempre acompañó las luchas obreras y populares y encabezó distintos frentes electorales de la unidad de la izquierda. Hoy lo sigue haciendo con el mismo ímpetu de siempre acompañando, junto a Schlotthauer, a Nicolás del Caño y a Romina del Plá en la lista unitaria 1A del Frente de Izquierda. ¡Todo el apoyo para que siga profundizando este camino de lucha obrera y socialista!