Escribe Luis Covas
El MST ha presentado listas propias en casi todo el país, dividiendo al FIT Unidad en las PASO. Lo que es muy equivocado de su parte, porque confunde y debilita al Frente de Izquierda para dar una pelea unificada contra los candidatos del ajuste y el FMI.
Uno de los argumentos centrales del MST y de sus principales candidatas y candidatos, como Alejandro Bodart, de Buenos Aires, y Luciana Echeverría, de Córdoba, es el llamado a “renovar” a la izquierda y, en particular, al FIT Unidad.
¿Qué proponen “renovar”? Bodart y el MST no lo aclaran y, encima, acusan a la lista unitaria de los tres partidos fundadores del FIT (PTS, PO e Izquierda Socialista) de negarse a “una renovación”.
Pero la realidad y la trayectoria del FIT muestra que ha renovado y revolucionado a la izquierda argentina. Lo opuesto de lo que dice el MST.
En primer lugar, por primera vez los tres partidos más importantes de la izquierda trotskista lograron unificarse con un programa de independencia de clase y mantener esa unidad por más de diez años. Esa ha sido una gran renovación. Opuesto a la trayectoria del MST, que en estos mismos diez años viene dividiendo a la izquierda con el falso argumento de la “renovación”. Llevó años combatiendo al FIT. Primero hizo alianzas de centroizquierda, o “progresistas”, con Pino Solanas y Luis Juez, de Córdoba, que ahora es parte del macrismo. En 2017 el MST hizo otra alianza con el Nuevo MAS contra el FIT, con la consigna de “renovar”. No es casual que ahora el Nuevo MAS siga dividiendo a la izquierda con esa misma consigna. El MST, con el falso discurso de “renovar”, mantiene la vieja política divisionista y de “autoproclamación” de sectores de la izquierda y va contra la gran renovación que ha hecho el FIT en estos diez años de unidad.
En segundo lugar, la otra gran renovación del FIT es que existe un acuerdo de rotación en los mandatos del cual participan todos los partidos que lo integran. Esto no existe en las alianzas de los partidos patronales y menos aún en los sindicatos de la Argentina y del mundo. El MST describe un panorama falso sobre el FIT Unidad como si obtuviera cantidades de diputados y con mandatos de años. Es irreal. No existe tal “atornillamiento”, como dice el MST. Precisamente, el gran logro del FIT Unidad es la rotación que es elogiada incluso desde afuera de la izquierda.
El verdadero trasfondo de la división del MST no pasa por la búsqueda de “renovar” a la izquierda, sino por disputar en las PASO cargos y mejores ubicaciones, en vez de mantener una lista unitaria sobre la base de acuerdos y consensos. La otra causa es que añoran volver a una alianza “amplia” de centroizquierda. Por eso, en un reciente reportaje, Bodart volvió a defender su sociedad con Pino Solanas, argumentando que a Solanas “la izquierda le cerró la puerta y lo empujó a volver al peronismo”. Pero Bodart trastoca lo que ocurrió con Pino Solanas. Primero, él fue peronista toda su vida. Segundo, Solanas dejó a la deriva a Bodart y al MST en 2013 para constituir una alianza, no con el peronismo, sino con Elisa Carrió y su Coalición Cívica. Así terminan sus asociaciones con figuras patronales, como ocurrió también con Luis Juez, su otro gran aliado en Córdoba, que se sumó al macrismo.
Contra el divisionismo del MST, llamamos a votar el 12 de septiembre por las listas del FIT Unidad, de la izquierda que se une, a Nicolás del Caño, Romina del Plá y Juan Carlos Giordano en provincia de Buenos Aires. A Myriam Bregman, Gabriel Solano y Mercedes Trimarchi en CABA. Y a Liliana Olivero y Laura Vilches en Córdoba.