Escribe Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad y la UIT-CI
El carbón sigue siendo, aunque hablen de que hay un plan para eliminarlo, un producto fundamental para producir energía, en especial en China pero también en Europa.
El Reino Unido ante la emergencia energética vuelve a reactivar las centrales eléctricas a carbón para garantizar los suministros de electricidad al país. Cuando el gobierno británico había anunciado el plan de terminar totalmente con el carbón en 2024, y es el país que organiza el COP 26, la conferencia climática mundial en Glasgow en noviembre. Y era parte del discurso de lograr la neutralidad del carbono en 2050 cuando ya los movimientos ambientalistas encabezado en Europa por la adolescente sueca, Greta Thumberg, hizo un discurso recientemente que definió el plan como el “bla bla bla” del imperialismo.
China es el punto más alto, porque es el gran país manufacturero industrial que basa su producción de electricidad esencialmente en el carbón, cuando también había anunciado que iba a recortar la producción y el uso del carbón.
El 56% de la energía de China procede del carbón, siendo el principal consumidor de carbón del mundo, importó casi 198 millones de toneladas en los primeros ocho meses de 2021. La ratificación del uso masivo del carbón, tanto en China como en Europa y otros países, no hará más que incentivar la agudización de la crisis climática mundial. Los grandes productores de carbón, entre ellos Australia, mantienen el negocio capitalista aumentado los precios sideralmente.