Logradas en las elecciones de 2017, el 10 de diciembre terminó el mandato de las bancas del Frente de Izquierda Unidad en el Congreso Nacional. En el último año la ocuparon, en nombre de Izquierda Socialista, Juan Carlos Giordano desde diciembre de 2020 (reemplazando a Romina Del Plá), y luego Mónica Schlotthauer (rotando con Del Caño). Un período en que, aunque breve y en medio de pocas sesiones en la campaña electoral, se hicieron sentir. No solo en el recinto con sus posiciones y discursos, sino en las calles dando apoyo a los reclamos obreros y populares.
El “Gringo” Giordano juró el mismo día en que también votó por la ley del aborto legal seguro y gratuito. Ese día, la marea verde copó el Congreso logrando imponer la ley. Tanto el peronismo como el macrismo habían pactado “no herir susceptibilidades” mediante discursos que “no irriten a la sociedad”. El Frente de Izquierda, en cambio, sobresalió. Giordano fue noticia al decir lo que nadie se animaba: que esto se logró por la lucha (no por ningún presidente) y que uno de los derrotados había sido la Iglesia Católica, sinónimo de oscurantismo patriarcal. Su intervención fue vista y aplaudida a rabiar en pantalla gigante por miles de jóvenes. Giordano también fue noticia por ser víctima de una campaña sucia por defender al pueblo palestino y condenar los bombardeos criminales de Israel. “Al pueblo palestino no lo van a doblegar y a nosotros no nos van a hacer callar”, dice siempre nuestro diputado. La pregunta de muchos luchadores fue: ¿cómo puede ser que haya 257 bancas y solo las del Frente de Izquierda levanten la voz por una causa tan justa como la de Palestina?
Al asumir Mónica se reforzó el bloque de Izquierda Socialista con la voz y la fuerza de una luchadora ferroviaria, obrera, socialista y feminista. Schlotthauer había sido noticia en 2019, cuando al dejar su banca como parte de las rotaciones del FIT volvió a su puesto de trabajo en el ferrocarril Sarmiento. CNN le hizo una nota porque era una “novedad” para la política mundial.
Mónica, en su juramento, recordó que “los pueblos originarios no vinieron en barco, estaban acá”, ante el negacionismo de Fernández. Viajó a Jujuy a acompañar la campaña del Frente de Izquierda, dando el apoyo a los trabajadores bancarios en lucha y confraternizando con el ahora diputado Alejandro Vilca. “Nos intercambiamos la ropa de trabajo, él me dio las de recolector municipal y yo le di la de ferroviaria”, dijo.
Izquierda Socialista presentó el único proyecto por el no pago de la deuda externa y por la ruptura de relaciones con el FMI. El único que postula un sistema de salud nacional, estatal, gratuito y de calidad. Además, entre otros, conjuntamente con dirigentes de Vialidad presentamos un proyecto para terminar con los peajes y volver a una Vialidad Nacional controlada por sus trabajadores.
Nuestras bancas fueron también noticia al ser las únicas en plantear que se liberen las patentes de vacunas, que se expropien los millones de dosis que se producían en Garín para AstraZeneca y que se declare de utilidad pública al laboratorio mAbxience. Giordano interpeló a Pfizer cuando fue a declarar al Congreso, multinacional que fue salvada por el Sergio Massa cuando al terminar el interrogatorio de Giordano le dijo al CEO del laboratorio “el diputado le hizo muchas preguntas, usted puede contestar si quiere”.
Mientras las y los diputados peronistas votaron la ley de movilidad jubilatoria a la baja, el Frente de Izquierda lo rechazó. Y fuimos los únicos que repudiamos el ingreso de tropas imperialistas y de ejércitos de países latinoamericanos para hacer “ejercicios amigables” en nuestro país, como así también la instalación de la base yanqui en Neuquén.
Schlotthauer y Giordano junto al resto de los candidatos de Izquierda Socialista fueron impulsores de radios abiertas, actos, charlas debate y recorridas de candidatos en distintos puntos de la provincia y el país postulando las medidas de fondo del Frente de Izquierda Unidad.
Nuestras bancas se destacaron por el apoyo a las luchas obreras y populares. Mónica viajó a solidarizarse con la rebelión en Salud en Neuquén, que conquistó un triunfo salarial del 53%; a San Juan por la campaña electoral; a Ushuaia a apoyar a trabajadoras y trabajadores en lucha.
Giordano y Schlotthauer junto al resto del FIT fueron los únicos que se hicieron presentes en la lucha en defensa del ambiente, repudiando la megaminería y exigiendo que se trate la ley de humedales cajoneada por el peronismo. Y recientemente fueron quienes apoyaron el acampe de los pueblos originarios (a quienes todos los bloques tradicionales les dieron la espalda) exigiendo la prórroga de la ley 26.160, hablando en varios actos y concentraciones junto a distintas organizaciones.
Schlotthauer y Giordano no hicieron más que cumplir con el mandato de la izquierda revolucionaria en apoyar las luchas, enfrentar al gobierno y a los bloques patronales, presentar proyectos de fondo e impulsar la construcción de una herramienta política revolucionaria como lo es Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad. El juramento de nuestras bancas se cumplió acabadamente. Tarea cumplida.