Dec 14, 2024 Last Updated 7:00 PM, Dec 13, 2024

El 10D de Alberto y Cristina / Una plaza para decirle “sí” al FMI

Publicado en El Socialista N° 522
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Escribe Guido Poletti

Con la presencia de los ex presidentes Lula Da Silva, de Brasil, y José “Pepe” Mujica, de Uruguay, el gobierno Alberto y Cristina Fernández habló en Plaza de Mayo, en la celebración del “día de la democracia”. En un desopilante intercambio, que dio que hablar a la prensa, ambos confirmaron que habrá acuerdo con el FMI.

Tal como se esperaba, y más allá de los llamados previos a que fuera un “festival de la democracia”, se trató de un acto netamente peronista, con el objetivo de mostrar apoyo a un gobierno que viene muy golpeado tras su derrota electoral. Pero un fantasma recorrió y de hecho copó el acto: la pregunta de qué hacer con el FMI. Tanto Cristina como Alberto se refirieron centralmente a este tema. Comencemos analizando sus discursos.

Primero habló la vicepresidenta Cristina Fernández. “Necesitamos que el Fondo nos ayude a recuperar los miles de millones de dólares que se fugaron al exterior en evasión [...] No se va a aprobar ningún plan que no permita la recuperación económica. Es el deber de los argentinos que integran la fuerza política que volvió a la Argentina”. Cristina continuó su discurso, señalando que el FMI había condicionado a todos los gobiernos desde 1983 a esta parte.

El kirchnerismo se ha lanzado a una misión imposible. Mantener una retórica “progre” con pinceladas de cuestionamientos al Fondo y, a la vez, seguir sembrando expectativas en que se puede alcanzar un acuerdo con el organismo que permita mantener “el crecimiento y la equidad social”. Por eso el discurso de Cristina contiene una cal y una de arena: critica al FMI y a la vez invita a alcanzar un pacto con este organismo imperialista.

El discurso del presidente Alberto Fernández, en lo que varios medios de comunicación leyeron como una virtual “respuesta” a Cristina, tampoco tiene desperdicios: “Tranquila Cristina, no vamos a negociar nada que signifique poner en compromiso el crecimiento y el desarrollo social en la Argentina”. Para terminar desbarrancando en la más absoluta demagogia: “no tengas miedo, que si el FMI me suelta la mano voy a estar agarrado de la mano de cada uno de ustedes, de cada argentino”.

Todo eso pasaba en el escenario de Plaza de Mayo en el mismo momento en que, en Washington D.C,, en el número 700 de la 19th Street, sede del Fondo Monetario Internacional, cinco funcionarios de primera línea del ministerio de Economía y del Banco Central repasaban los números del ajuste que se va a firmar en las próximas semanas. Y que sí, contradiciendo a lo que dijo el presidente Fernández, “comprometerá el crecimiento y el desarrollo social de la Argentina”. Y también contradiciendo a Cristina, no permitirá ninguna “recuperación económica”. Peor aún, exigirá más sacrificios que se medirán en menores salarios, jubilaciones aún más bajas, más desocupación y miseria.

Si a alguien le quedaba alguna duda de que el kirchnerismo está 100% jugado a que salga el acuerdo con el FMI, no tiene más que repasar el diálogo entre el presidente y su vice. “Firmar con el Fondo, pero sin ajuste”, “por supuesto, quedate tranquila”. Solo faltaba que se guiñaran un ojo. Del otro lado de esa puesta en escena del doble discurso, está el pueblo trabajador, que ya ve destrozados sus salarios, jubilaciones, puestos de trabajo, y que, una vez firmado el pacto con el Fondo, estará mucho peor.  

Llega el momento de las conclusiones. ¿Para qué convocaron Alberto y Cristina a Plaza de Mayo? La respuesta surge clara: para mostrarle al FMI que ambos están unidos en llegar a un acuerdo. Para eso sumaron a dos ex presidentes amigos que tienen en su currículum que jamás rompieron con el establishment económico internacional. El acto y los discursos fueron una auténtica puesta en escena, llevada al límite, de como el gobierno se comprometerá al ajuste con el Fondo, pero nunca usando esta palabra. E incluso de como la vicepresidenta Cristina y el kirchnerismo seguirán haciendo todas las fintas y amagues que sea necesario para tratar de no pagar el costo político completo de lo que se viene. Que saben perfectamente que es un fortísimo ajuste contra el pueblo.   

La plaza del 10D, sin duda, contrasta con la del día siguiente. El sábado 11, una multitudinaria y amplísima movilización unitaria, convocada a partir de la iniciativa del Frente de Izquierda Unidad, llevó la plaza diciéndole ¡No! al FMI y reclamando que no se firme el acuerdo. La comparación de ambas plazas debe llamar a la reflexión, en particular a las muchísimas compañeras  y compañeros de trabajo, estudio, o vecinos de los barrios, que simpatizando o aún teniendo confianza en el peronismo, están convencidos que de la mano del FMI sólo llegará hambre, miseria y saqueo. Oponerse al Fondo requiere del fortalecimiento de un gran movimiento que siga saliendo a la calle y se pronuncie con claridad por un programa alternativo al del gobierno: dejar de pagar la deuda externa, romper con el FMI y poner todos esos recursos al servicio de resolver las más urgentes necesidades populares de trabajo, salario, salud, educación y vivienda. El Frente de Izquierda Unidad, único bloque en el Congreso de la Nación que ha presentado un proyecto en ese sentido (redactado por los diputados Giordano y Schlottahuer) y que se ha pronunciado explícitamente por el voto en contra al acuerdo con el Fondo, encabeza esta iniciativa y te invita a que te sumes.

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