Nov 30, 2024 Last Updated 4:24 PM, Nov 29, 2024

Proyecto K para pagarle al FMI / Un blanqueo que no combate la fuga de capitales


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

El Frente de Todos y en especial el kirchnerismo en el Senado presentó semanas atrás el proyecto para intentar cobrar un impuesto a quienes fugaron capitales al exterior. Lo venden como que el kirchnerismo (no el albertismo ni el resto del Frente de Todos) combate a los evasores. Lo recaudado sería para pagarle la deuda al FMI. Dicen que con esto “la deuda la van a pagar quienes la contrajeron”. Da la idea de ser un proyecto favorable para el país y el pueblo trabajador. Hugo Yasky llegó a decir que es lo mismo por lo que “peleábamos junto a la izquierda años atrás”. Le aclaramos a Yasky que la izquierda siempre peleó por el no pago de la deuda y la ruptura con el FMI, no por reconocer el endeudamiento de Macri, ni para recaudar para pagarle al Fondo Monetario como propone el proyecto cristinista.

Ya en una crítica nota anterior señalamos que el proyecto trata de imponer un impuesto para pagarle al FMI, cuando lo que hace falta es aplicar un fuerte impuesto a las ganancias de multinacionales, bancos y capitalistas para combatir el hambre y la pobreza. Ahora veamos otras connotaciones del mismo.

Denunciamos que el proyecto, aunque se apruebe, puede ser un fiasco absoluto que no recaude ni un dólar (los promotores proponen juntar 20.000 millones de dólares). Porque es un mero blanqueo voluntario, por lo tanto no obliga a nadie. Esto quiere decir que a los 417.000 millones de dólares que hay en el exterior no les impone ningún impuesto directo, sino que dependerá de que esos capitalistas lo denuncien (blanqueen). En los hechos, pretenden cobrar algo a los autores de un robo, con la contrapartida de que así ese delito queda “legalizado”. Pero, si no lo hacen, no pasará nada. Peor aún, confían en que el gobierno de los Estados Unidos denuncie a los fugadores argentinos para así poder cobrarles, cuando es ese mismo país quien se beneficia con los miles de millones de dólares que van a sus paraísos fiscales.  

Esto es lo que no se está diciendo. Lo que tendría que hacerse con ellos es intimarlos a que denuncien sus bienes y fondos en el exterior y los traigan, caso contrario se procederá a embargarles los bienes que tienen en el país para que paguen lo que evadieron. Se sabe que hay por lo menos 16 firmas evasoras muy conocidas reveladas en los Panama Papers, entre ellas Arcor, Bagley, Coto, Molinos Río de La Plata, Shell, Esso, Clarín, Loma Negra, Acindar, Aluar, Ledesma, Aceitera General Deheza, Bagó, Frávega. ¿Por qué no se les expropian los bienes que tienen acá si son evasores de impuestos? Porque no se los quiere tocar. Y en caso que decidan blanquearlo, deberán pagar solo un 20% de impuesto, ni siquiera el actual 35% del impuesto a las ganancias.

Dicho todo esto, lo otro que tampoco propone el proyecto de las y los senadores kirchneristas y del Frente de Todos es evitar la fuga de capitales para que no se sigan yendo miles de millones de dólares todos los años del país. Los más de 400 mil millones en el exterior representan toda nuestra riqueza anual (un PBI completo -Producto Bruto Interno-). A Argentina no le faltan dólares como vulgarmente se dice, sino que se los llevan afuera. Argentina es acreedora, no deudora de nadie. Si se les permite a estos grandes capitalistas llevarse las riquezas que produce el pueblo trabajador es culpa de todos los gobiernos de turno, peronistas de distinta índole, radicales y de PRO. Por eso Argentina es una semicolonia saqueada por estos delincuentes de guante blanco y el imperialismo.

Las formas que adquiere la fuga de capitales son muchas. Una es el envío de fondos al exterior de las multinacionales que actúan en el país para sus casas matrices. Otra la subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones, una vieja maniobra contable para encubrir la fuga, por solo nombrar algunas. Esto ocurre porque no se controla el comercio exterior, donde multinacionales como Cargill, Bunge, la china Cofco o la francesa Dreyfus hacen sus acciones delictivas de fraude sin ningún control. El famoso “rol del Estado” del que tanto alardea Cristina es para que haga la vista gorda ante ello.

Alrededor de la pelea contra la privatización de la denominada Hidrovía del Paraná, por ejemplo, se supo que esas multinacionales evaden alrededor de 20.000 millones de dólares anuales. La forma de evitarlo es nacionalizando el comercio exterior, que el Estado lo pase a controlar de manera monopólica. Lo mismo habría que hacer con el manejo de los 19 puertos que están en manos privadas, los cuales deberían ser reestatizados y puestos a funcionar bajo control de sus trabajadores y en función de servir al país, no a los capitales privados.

Otro tanto habría que hacer con la banca. Los bancos, además de gozar con la Ley Entidades Financieras que viene de la dictadura (cosa que ningún gobierno derogó, incluyendo los doce años kirchneristas), son los ejecutores de tantas otras vías por las cuales se hacen las operaciones de fuga. Esto se evitaría si se nacionalizara la banca, donde el Estado pasaría a controlar una sola banca nacional estatal monopólica, evitando de paso los grandes negocios usureros de los propios bancos. Esto permitiría a su vez disponer de créditos baratos para el pueblo trabajador, pequeños productores y comerciantes.

Estas propuestas que sostenemos desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad son para empezar a terminar con la estructura capitalista argentina que beneficia a unos pocos. Que no se nos pregunte entonces “por qué no apoyamos el proyecto del gobierno si es tan bueno”.

Deja un comentario

Los campos marcados (*) son necesarios para registrar el comentario.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos