Mariana Reale (foto) es psicóloga y trabajadora independiente del área de discapacidad en el Gran Buenos Aires. En este espacio nos brinda su visión sobre este importante conflicto.
- Lee también Personas con discapacidades / La lucha contra el recorte-
Los trabajadores de la salud del área de discapacidad estamos en paro y movilización desde el lunes 29 de agosto, porque hubo una interrupción en la cadena de pagos. Como prestadores independientes que brindamos servicios de salud, de terapias, de acompañamientos a niños y niñas con necesidades educativas especiales, estamos denunciando y tratando de concientizar y visibilizar la situación de emergencia que atraviesa nuestro sector frente al ajuste que está implementando el gobierno.
La crisis está planteada por la cesación de pagos a todos los profesionales y prestadores del área de discapacidad. No hemos recibido el pago del mes de agosto, siendo que recibimos con tres y hasta cuatro meses de atraso esos vencimientos, sin reajustes al valor real del mes en que realizamos el servicio. Esta crisis, que no es de ahora, sino que lleva años, se agravó por la interrupción del pago debido a que el estado no giró los fondos a las obras sociales y prepagas para que realicen los pagos a los prestadores.
Esta es la situación que estamos tratando de visibilizar y por lo que el viernes 9 se hizo una marcha silenciosa de velas. Se vio el fuerte apoyo de las familias y personas con discapacidades, que vienen teniendo una presencia unificada con los trabajadores y trabajadoras desde que se armó la carpa Blanca frente a la Casa Rosada. Ese acampe, que en principio era por tres días, ante la falta de respuestas continuó y fueron sumando cada vez más apoyos. Se nos hace imposible volver a trabajar sin recibir nuestro pago del mes de agosto, teniendo que afrontar gastos de alquiler, de impuestos, de matrícula de formación, de supervisión, de todo lo que implica sostener la práctica independiente en calidad de monotributistas.
Esta es la situación de precariedad laboral en la que nos encontramos desde hace mucho tiempo y que cada vez se hace más insostenible. Esto es lo que nos mantiene movilizados. Si bien la carpa Blanca se levantó el viernes 9, seguimos funcionando en asambleas. La semana que viene se van a decidir los próximos pasos en una asamblea del colectivo de discapacidad, de la cual la agrupación de prestadores precarizados va a formar parte, junto a las asociaciones y grupos de familias de personas que vienen participando.
Agradezco este espacio para poder mostrar nuestra difícil situación. Durante todos estos días vimos la importancia de difundir, de concientizar, de que digamos a la sociedad entera que tome conocimiento de la situación que estamos atravesando. La discapacidad es algo que nos puede tocar a todas y a todos, no es algo específico de un grupo minoritario de personas. La discapacidad puede ser una condición innata o una condición adquirida en cualquier circunstancia y momento de la vida, por lo cual es importante no ser indiferentes ante esta difícil situación que estamos pasando.