Un grupo de ultraderecha, que se referencia en Javier Milei, llevó adelante un grave atentado contra nuestro local de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad de la ciudad de La Plata.

Si bien fue el acontecimiento de mayor gravedad hasta ahora, no se trata de un hecho aislado. Es parte de toda una serie de atentados y vandalizaciones contra locales de la izquierda, varios de ellos contra nuestro partido, Izquierda Socialista. No podemos naturalizar ni dejar pasar estos actos.

Estas acciones neofascistas comienzan a aparecer amparadas en los discursos llevados adelante por los liberfachos como Milei, negacionista del genocidio de la última dictadura militar, que en sus actos de campaña llegó a gritar: “¡Zurdos hijos de puta! ¡Tiemblen!” Envalentona así a grupos de ultraderecha, a los que incluso apaña y acepta en sus actos como parte de “la juventud libertaria”. También lo hacen planteos como el del legislador de Milei en la Ciudad de Buenos Aires, Ramiro Marra, quien convocó a construir un “movimiento anti-piquetero” para atacar a la protesta social. El mismo efecto causan las expresiones del otro liberfacho, José Luis Espert, que amenaza públicamente a dirigentes sociales con “bala o cárcel”.
En otro nivel, también debemos señalar las responsabilidades del Frente de Todos y de la oposición patronal de Juntos por el Cambio.

El gobierno peronista del Frente de Todos, siempre tan rápido para llamar a “unirse para enfrentar a la derecha” de acuerdo a su oportunismo electoral, deja correr a Javier Milei e incluso le da aire. Lo hace porque supone que le conviene electoralmente, en particular en la provincia de Buenos Aires, ya que si Milei saca muchos votos se reducen las chances de Juntos por el Cambio y, en una elección donde todo se decide en una sola vuelta, y el que sale primero gana la elección, aumenta sus chances de retener la gobernación. Este razonamiento lo llegó a expresar de este modo, descarnadamente, Fernando “Chino” Navarro, referente del Movimiento Evita: “ojalá que Milei saque muchos votos”.
En Juntos por el Cambio, por su lado, hasta que el propio Milei no descartó participar en ningún tipo de alianza con ese sector, llovían los planteos tratando de incorporarlo, señalando “el respeto” y “las coincidencias” con las declaraciones más reaccionarias del liberfacho. Aún ahora siguen bregando por una alianza con Espert en Buenos Aires.

Los grupos de ultraderecha también se envalentonan al calor de la respuesta del gobierno del Frente de Todos y la oposición patronal de Juntos por el Cambio ante el crecimiento de la protesta social. Hace semanas, en un acto, la vicepresidenta Cristina Fernández declaró que “el peronismo es el partido del orden”. El gobierno provincial de Kicillof sostiene como ministro de Seguridad a Sergio Berni, responsable de la represión en Guernica y de la muerte de Facundo Castro, quien viene calificando a las protestas de “extorsión”. Pero no son otra cosa que la respuesta del pueblo trabajador ante las consecuencias del ajuste en curso.
Por su parte, Patricia Bullrich, presidenta de PRO y precandidata a presidenta, viene llamando a reprimir los reclamos. Horacio Rodríguez Larreta también ha declarado que “tenemos que ver cómo hacemos para terminar con los piquetes”. Todos ellos también crean el caldo de cultivo para amenazas y ataques contra la izquierda y los luchadores sociales.

Inmediatamente conocido el atentado, comenzaron a llegar innumerables expresiones de repudio al mismo y de solidaridad con nuestro partido (ver "La Plata / Grave atentado"). Les agradecemos y seguimos pidiendo al resto de los organismos de derechos humanos, partidos y personalidades políticas, organizaciones sindicales, movimientos sociales, juveniles, de mujeres, de las disidencias, ambientales y del resto de los sectores populares que se pronuncien. Para ello estaremos realizando una conferencia de prensa este jueves 30 a las 14 horas en el local central de Izquierda Socialista.
Porque estamos por la más amplia unidad para enfrentar en todos los terrenos a la ultraderecha y el neofascismo, realizando una campaña democrática para que esto no se produzca nunca más. Exigimos la más profunda investigación, la detención de los responsables, y el juicio y castigo no sólo de los autores materiales, sino también de sus instigadores políticos.