Escribe José Castillo, candidato a legislador porteño por Izquierda Socialista/FIT Unidad
La inflación de julio fue del 6,3%. En lo que va del año los precios se incrementaron más del 60%. A nivel interanual se ubicaron en el 113,4%. Una vez más, tuvo mucha incidencia el rubro de alimentos y bebidas, en particular por la fuerte alza de panes, cereales, carnes y derivados.
Sube la inflación golpeando brutalmente el bolsillo popular. A esto se le suma que la del corriente mes de agosto se calcula que puede alcanzar entre el 13-14%, lo que se repetiría en septiembre, como consecuencia de las recientes devaluaciones llevadas adelante como exigencia del FMI.
Todo esto va a agravar la situación que hoy vive la clase trabajadora, con salarios incluso en blanco por debajo de la línea de pobreza, y por supuesto una situación mucho peor aún para los trabajadores tercerizados y en negro.
En los días previos a las elecciones, el candidato a presidente y ministro de Economía Sergio Massa empezó a hablar de la posibilidad de otorgar una “suma fija”, para “mejorar” los ingresos de los sectores más atrasados. La última vez que se otorgó algo similar fue en febrero de 2020, y alcanzó apenas a 4.000 pesos. Eso, a valores actuales, implicaría un monto de sólo 22.000 pesos. Muy lejos de poder siquiera acercarse al monto de la canasta familiar, calculado por los trabajadores de ATE Indec en 363.570 pesos.
Es urgente exigir un aumento de emergencia de verdad, para que ningún trabajador gane menos que dicho valor de la canasta familiar. Que, a partir de ahí, ese monto se actualice mensualmente de acuerdo a la inflación. Y que, al mismo tiempo, y desde ese piso básico, se reabran todas las paritarias.
Desde el sindicalismo combativo llamamos a luchar por todo esto, a la vez que denunciamos que es vergonzoso que la CGT y las CTA sigan apoyando al gobierno, dejando pasar el ajuste, sin llamar a ninguna medida nacional de lucha para enfrentar la tremenda carestía de la vida.
Al mismo tiempo, desde el Frente de Izquierda Unidad decimos que el urgente aumento de salarios y jubilaciones, junto a otras medidas como el congelamiento de los precios de la canasta familiar y su control estricto aplicando la Ley de Abastecimiento, son parte de nuestro plan alternativo, obrero y popular, que comienza por dejar de pagar la deuda externa y romper con el FMI para que todos esos recursos vayan a resolver el drama que hoy vive el pueblo trabajador. Esto es lo que nos diferencia de todos los candidatos patronales y sus planteos de ajuste al pueblo trabajador y saqueo permanente de nuestras riquezas.