El rey británico y su esposa Camilla fueron a una lujosa cena de gala en el Palacio de Versalles, invitados por el jefe de Estado Francés Emmanuel Macrón junto a otros 160 invitados, el pasado 20 de septiembre. Carlos III iba a realizar su visita en marzo, pero no pudo por las inmensas protestas que había en Francia.
Ahora fue recibido con champán de 600 euros, langosta y otros lujos para recomponer la relación entre ambas naciones imperialistas.
Este lujo en medio de la durísima crisis que sigue sufriendo el pueblo trabajador francés, provocó una gran y justificada indignación.