Escribe José Castillo
Una vez más, se viene una montaña de vencimientos de deuda en los próximos meses. El gobierno ultraderechista de Milei anuncia que los va a pagar con más ajuste y saqueo. Una historia repetida que nos lleva cada vez más hacia el desastre.
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, han garantizado que, “como sea” se va a cumplir con los próximos vencimientos de deuda externa. Lo garantizarán con un superávit fiscal mayor al actual, léase con más ajuste. También enviando, desde ya, 1.550 millones de dólares al Bank of New York, como garantía que se abonarán los vencimientos de enero de 2025. Por si todo esto fuera poco, trascendió (porque el gobierno primero lo ocultó) el envío de 450 millones de dólares en lingotes de oro a Europa (no se sabe si finalmente terminaron en Gran Bretaña o Suiza). Muy probablemente se usarán también como garantía para obtener algunos dólares más y poder completar los pagos. En síntesis, un gobierno que entrega todo a los pulpos usureros, ¡hasta las reservas de oro!
Otra vez (y siempre), la deuda externa
La historia se repite desde hace 50 años. Sólo que esta vez corregida y aumentada. El endeudamiento argentino, nacido durante la dictadura genocida, que incluyó la estatización de la deuda externa privada de grupos económicos locales y extranjeros, sigue teniendo la más lacerante actualidad. Una deuda ilegal, como quedó demostrado hace ya un cuarto de siglo con el fallo del juez Jorge Ballesteros, ilegítima (por haber sido tomada por un gobierno de facto, y encima perpetrador de crímenes de lesa humanidad), inmoral, fraudulenta. Y además, absolutamente impagable. Todos los gobiernos posteriores a 1983, sin excepción, la asumieron, reconocieron, y dijeron que “iban a solucionarla”, para terminar sus mandatos con más deuda que al principio, luego de someter al pueblo a los más diversos planes de ajuste.
Milei en esto no es novedad. Sí lo es que, con sus políticas ultraderechistas, anuncia que va a someternos como nunca al hambre, la miseria y el saqueo a niveles nunca vistos para cumplir con los próximos vencimientos. Algo que ya ha comenzado a hacer en los siete meses que lleva de gestión. Pero que van a ser mucho peores en lo que viene por delante.
Se viene una montaña de vencimientos. Sólo en 2025 se necesitan 9.000 millones de dólares para pagar la deuda con los buitres privados (de ese monto 3.000 son intereses), más otros 4.900 millones para abonar a organismos internacionales (3.000 al FMI). Si sumamos todos los vencimientos desde ahora hasta fines de 2025, son 12.400 millones de dólares, aún restando lo que entrará del FMI (6.471 millones) en estos meses restantes de 2024. A esto hay que sumarle, además, otros 2.733 millones de deudas externas provinciales. Si sumamos todo, incluyendo deudas comerciales atrasadas, de acá a 2025, se necesitan 23.000 millones de dólares. Una montaña de dinero impagable.
Pero la cordillera de vencimientos no culmina allí: sigue en los años siguientes. Por eso, si no se rompe la cadena, la historia se repetirá, corregida y aumentada, con un nuevo acuerdo con el Fondo y con los buitres privados, para, a cambio de algún pequeño corrimiento de los plazos de vencimiento, terminar pagando más, con más intereses, a cambio de compromisos de aún mayores ajustes a los actuales.
Por eso, como venimos insistiendo desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad, no hay salida sino dejamos inmediatamente de pagar la deuda externa, rompemos con el FMI y ponemos todos esos recursos al servicio de un plan económico de emergencia, obrero y popular, que priorice resolver las más urgentes necesidades de salario y jubilaciones dignas, trabajo genuino, salud, educación y vivienda.