Escribe Mariano Barba

Las declaraciones de Javier Milei son una nueva cachetada a la independencia nacional y a la memoria de nuestros caídos y combatientes de la Guerra de Malvinas.

La diputada nacional por Izquierda Socialista/FIT Unidad Mónica Schlotthauer señaló: “Milei dijo en su discurso del 2 de abril que ‘la manera de defender la soberanía es que los kelpers tienen que elegir ser argentinos’. ¡Los kelpers! Malvinas es un enclave británico; la actual población es usurpadora, producto de que se echó a la población argentina que habitaba las islas en 1833 y fue trasplantada artificialmente allí”.

Plantear el derecho de autodeterminación para los kelpers es una barbaridad contra los soldados y veteranos que dieron la vida por recuperar nuestro territorio, mientras sus jefes los torturaban. El símbolo fue Alfredo Astiz, quien se rindió sin disparar un solo tiro. El mismo genocida que diputadas y diputados oficialistas fueron a ver a Ezeiza.

Schlotthauer definió con claridad cuál debe ser nuestra posición como país: “¿Cómo va a regir la política de autodeterminación para quienes nos robaron las islas? ¡Las Islas Malvinas son y serán Argentinas, Milei! En 1833 fueron ocupadas ilegalmente por Gran Bretaña, expulsando por la fuerza a nuestro pueblo nativo, poniendo en su lugar a colonizadores ingleses (‘los kelpers’), convirtiéndolas en un enclave colonial británico. Por eso tenemos que recuperarlas. Porque son parte de nuestro territorio, junto a la Antártida, Georgias y Sandwich del Sur”.

Repudiamos la política servil de Milei de alineamiento con las grandes potencias, que lleva al propio presidente a declararse admirador de la asesina Margaret Thatcher, la misma que ordenó el hundimiento del ARA General Belgrano. Una “admiración” que se extiende hasta el extremo máximo del vasallaje ridículo con Donald Trump, donde se llegó al colmo de un presidente argentino que viaja desesperado a Mar-a-Lago, la residencia particular del presidente yanqui, a intentar obtener una selfie, que encima no consiguió, y terminó haciendo el payaso mientras bailaba.

La Libertad Avanza se alinea con los intereses imperialistas de las grandes transnacionales, que saben que las Malvinas están ubicadas en nuestra plataforma submarina y tienen proyección estratégica. Se trata de una región cada vez más codiciada por la rapiña de empresas extranjeras debido a su riqueza pesquera y petrolera.

Este gobierno es la expresión más extrema y degradada de algo que ha venido sucediendo en todos estos años: la política de desmalvinización que busca desaparecer la memoria colectiva de esta gloriosa gesta de lucha antiimperialista.

Que en la actualidad, significa pelear contra el nuevo pacto que prepara este gobierno con el FMI. Este es el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestros héroes, que deben ser considerados, junto a los 30.000, mártires que lucharon por la liberación nacional y social. Las Malvinas fueron, son y serán argentinas. ¡Fuera ingleses de Malvinas, fuera yanquis de América Latina!