Por Juan Carlos GiordanoEs una barbaridad que la Corte otorgue el beneficio del 2x1 para militares genocidas que asesinaron, torturaron, robaron bebés e hicieron desaparecer a 30.000 luchadores obreros y populares. Aplican la “ley más benigna” para asesinos probados que cometieron delitos de lesa humanidad, aberrantes y que no prescriben porque se siguen cometiendo. ¡Y se valieron para ello de una ley ya derogada! El plan sistemático de exterminio de Videla y Martínez de Hoz no puede jamás considerarse un “delito común”.
El represor beneficiado es Luis Muiña, miembro del grupo de tareas llamado “SWAT” comandado por el brigadier y ex presidente de facto Reynaldo Bignone. Muiña fue hallado culpable y condenado por detenciones ilegales, desapariciones y torturas de contra trabajadores del Hospital Posadas (Haedo) en el centro clandestino de detención conocido como “El Chalet”, que funcionaba dentro del predio del hospital. Este tipo de operaciones eran parte de la represión a la clase obrera y al movimiento estudiantil ordenada por Estados Unidos, al servicio de imponer un plan económico en beneficio de multinacionales y bancos imperialistas. “Modelo” que sigue hasta nuestros días, cuyo mayor exponente es la ilegal y fraudulenta deuda externa, que Macri paga de manera compulsiva como lo hicieron antes los Kirchner, Duhalde, De la Rúa, Menem y Alfonsín.
Este fallo se suma al beneficio de la prisión domiciliaria para Etchecolatz y otros represores. Una “política de estado” que va en sintonía con el gobierno de Macri, que desconoce el número de desaparecidos y niega la represión ilegal. Y la Iglesia Católica, cómplice del golpe, que bendecía las torturas y ocultaba a los desaparecidos, que hoy se suma a estos embates pugnando por la “reconciliación” con los genocidas. Por eso seguiremos diciendo a viva voz: “no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos” con estas bestias criminales.
Mientras Macri quiere endurecer las penas para quienes luchan y protestan, y la ajustadora Alicia Kirchner acusó a los docentes de “sedición” y “atentado al orden constitucional”, para los genocidas hay “leyes más benignas”.
Estos jueces repudiables nos acaban de dar una bofetada a varias generaciones que venimos luchando contra la impunidad de ayer y de hoy y por cárcel común y perpetua para todos los genocidas. A los miles que cada 24 de marzo gritamos “como a los nazis les va a pasar, adónde vayan los iremos a buscar”. O como hicimos en este 41 aniversario del golpe: “¡son 30.000! ¡Fue genocidio!”. Pero serán repudiados. Sabiendo que la lucha popular da sus frutos, como el logro de haber anulado las leyes de Obediencia Debida y el Punto Final.
El fallo fue repudiado por Nora Cortiñas, Tati Almeida, Estela de Carlotto y otros referentes de derechos humanos. Desde la izquierda reclamamos su inmediata nulidad y repudiamos a estos jueces corruptos amigos del poder. Llamamos a seguir luchando en unidad junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia por cárcel común y efectiva para todos los genocidas y sus cómplices civiles. Contra la impunidad de ayer y de hoy. Contra la criminalización de la protesta social. Y contra el plan económico de saqueo y entrega que viene del 76, para imponer otro, al servicio de los trabajadores y el pueblo.
