May 21, 2024 Last Updated 1:00 PM, May 21, 2024


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Izquierda Socialista junto al Frente de Izquierda Unidad reitera su repudio al gravísimo atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, exigiendo una profunda investigación y castigo a todos los culpables. A su vez, señalamos que no fuimos a la marcha a Plaza de Mayo convocada por el gobierno por hacer uso de este grave hecho en beneficio propio con un acto, como lo mostró la declaración leída por la actriz Alejandra Darín. Fue un acto de apoyo a un gobierno que aplica un brutal ajuste contra el pueblo trabajador.

El gravísimo atentado ya tiene sus ribetes, atento a las noticias que señalan la ineficiente actuación de la custodia, la posible pérdida de pruebas fundamentales del celular del atacante por desmanejos entre la Policía Federal y otros organismos de “investigación”, según ya observaron calificados peritos sobre el tema.
 
Debacle política y social

El atentado dio para todo tipo de debates. El gobierno dice que fue motivado por un “discurso de odio” por parte de los medios, la justicia y sectores de la oposición, que fue un “atentado a la democracia”. Otros sectores dicen que fue “un circo montado por el gobierno”. Y muchos se preguntan si con esto se viene un avance del fascismo.

Nosotros rechazamos que el gobierno justifique lo ocurrido por “el discurso de odio” (ver nota aquí), sino que lo inscribimos como una expresión más de la tremenda degradación social y política a las que nos viene llevando el peronismo del Frente de Todos en el gobierno, como antes el macrismo. El atentado se da, por un lado, ante un caos social imperante por el crecimiento del hambre, la pobreza, la marginalidad y la mayor desigualdad entre ricos y pobres, llevando por ejemplo a asesinatos cotidianos como en Rosario a manos del narco, y a la creciente inseguridad. Y por otro, ante los discursos extremos de un verdadero “vale todo”, tanto por parte de la oposición patronal como del gobierno peronista, apelando ambos a un discurso violento del “sálvese quien pueda” para llevar agua para su molino ante sus evidentes crisis políticas y posicionarse para las elecciones de 2023. Este caos político y social actuó como un cóctel explosivo para que se de este hecho aberrante, sea de un fascista individual o no, o pueda ser el detonador de otros aunque no sean de la magnitud del intento de magnicidio.
 
La violencia viene de arriba

El macrismo de Juntos viene diciendo que “los piqueteros son el caos social”, no el pacto mafioso con el FMI. Juntos por el Cambio, por ejemplo, dejó correr las marchas con bolsas mortuorias frente a Plaza de Mayo. El gobernador radical Gerardo Morales embiste en Jujuy contra organizaciones sociales que luchan por comida y trabajo, acusándolas de delincuentes. Patricia Bullrich, quien no repudió el atentado contra Cristina, dijo: “el que quiera andar armado que lo haga”. Un diputado de PRO pidió la pena de muerte. El legislador de derecha conocido como el marido de Pampita propuso demoler el ministerio de Desarrollo Social para facilitar el tránsito. Y Milei, quien tampoco repudió el atentado, postula propuestas de extrema derecha que venimos combatiendo, al que consideramos como peligroso personaje neofascista.

Frente a esto el gobierno no se queda atrás. ¿Acaso el Frente de Todos no enarboló un violento discurso ante el fallo de un fiscal? Habló de persecución y proscripción política contra Cristina y del peronismo; la vicepresidenta hizo referencia a un “pelotón de fusilamiento” en su contra, o la frase “espero que no se suicide el fiscal” de Alberto Fernández. Máximo Kirchner dijo: “están viendo quién mata al primer peronista”. Otros referentes kirchneristas dijeron que la causa de Vialidad es parecida a un “Plan Cóndor” (genocidio), que hay un golpe de los mercados, mientras el ministro de Kicillof y represor Sergio Berni se pavoneó por los medios diciendo “el que corta una calle es un delincuente”. ¿Todo esto no estuvo como trasfondo de lo ocurrido?
 
No fuimos a la marcha y llamamos a enfrentar el brutal ajuste

Respetamos a los trabajadores y jóvenes que simpatizando con el peronismo decidieron el viernes pasado participar de la movilización a Plaza de Mayo y de las que se dieron en el resto del país. Pero decimos claramente que el gobierno usó el atentado para victimizarse una vez más, afirmando que “peligra la democracia” o justificándose por “el discurso de odio” (del cual es parte), mientras redobla la aplicación de un brutal ajuste hasta recortando partidas a personas con discapacidades. El gobierno transformó la marcha a Plaza de Mayo en un acto en su propio apoyo. Por eso Izquierda Socialista y los demás partidos del FIT Unidad decidimos no participar.

No vemos que a pesar de la gravedad del atentado haya un “peligro de la democracia” (golpe de estado) o que haya bandas fascistas que pongan en peligro las libertades democráticas, como ocurrió años atrás. Esto no quiere decir que no haya ataques contra movilizaciones, como ocurrió en Córdoba ante una marcha contra el FMI por parte de encapuchados que dispararon al aire y acuchillaron a un joven, o los ataques vandálicos a locales partidarios de la izquierda, entre ellos Izquierda Socialista, o la reivindicación del atentado contra Cristina por un ultraderechista en La Plata, entre otros, a los cuales llamamos a repudiar.  

El gobierno ahora pide por la tan mentada “paz social” mientras sigue engordando las ganancias de las mineras, petroleras y el agronegocio. ¿Paz social con el FMI? ¿Paz social redoblando el ajuste? Una paz social que siempre va contra el pueblo trabajador, para amordazar a los que luchan contra el saqueo capitalista.

El FIT Unidad señaló en una declaración pública: “Nuestro repudio a este atentado reaccionario no implica ninguna solidaridad política con un gobierno que está llevando a cabo un profundo ajuste […]  Rechazamos los llamados a la “unidad” y a la “concordia” con las cámaras empresariales que promueven el ajuste y la pulverización de los salarios, y con los partidos políticos del ajuste. Por eso hemos decidido no marchar en el día de la fecha”. A su vez, denunciamos nuevamente que la CGT y las CTA se la pasan apoyando al gobierno y no llaman a luchar por un inmediato aumento de salario.

Conclusión: repudiamos el atentado, exigimos investigación y castigo. Y llamamos a seguir apoyando las luchas obreras y populares contra el brutal ajuste. Postulando un plan económico alternativo, obrero y popular. Y peleando por una salida de fondo, que pasa por conquistar un gobierno de las y de los trabajadores y de la izquierda, y una Argentina socialista, que nos libere del FMI y termine con la decadencia, el hambre y la pobreza a la que nos han llevado todos los gobiernos capitalistas, sean de centroderecha o supuestamente “nacionales y populares”.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

“La convivencia democrática se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos”. Esto dijo el presidente de la Nación cuando decretó el feriado y convocó a la marcha a Plaza de Mayo. El ministro Wado De Pedro dijo: “No es un loco suelto: son tres toneladas de editoriales en diarios, televisión y radio”.

Victoria Donda (Inadi), la misma que tenía a su empleada doméstica de manera irregular, señaló que “a las armas de los odiadores las cargan los Macri, Bullrich, Milei”. Luis D´Elía dijo algo similar contra distintos periodistas. Hasta el historiador peronista Mempo Giardinelli propuso aplicar la Ley Antiterrorista a medios y periodistas no oficialistas.

Lo que cabría preguntarse en todo caso (siguiendo el hilo de Donda), es por qué la gente se dejaría llevar por esos personajes repudiables que ella menciona. Es que si el pueblo trabajador repudia al gobierno es por el ajuste, la pobreza y la inflación.

Una reciente encuesta habla de un récord de pesimismo sobre el presente y el futuro del país. El 56% dice que lo peor está por venir; la gente no ve que las elecciones puedan mejorar su situación y haya más entre quienes se perciben de clase baja que años atrás, entre otras consideraciones. ¿Culpa de la campaña del odio o de un gobierno que prometió combatir a la derecha y aplica el ajuste del FMI?

Desde ya estamos lejos de respaldar a periodistas sesgados o a políticos repudiables de la oposición patronal. Recordamos que a los cuatro años de ajuste bajo el gobierno macrista (2015/2019) los combatimos las y los luchadores, el sindicalismo combativo y la izquierda, no el peronismo que le votaba las leyes y la CGT le jugaba de cómplice. Sin embargo, hay que despejar la paja del trigo, como dice el dicho popular.

El “discurso de odio” como concepto fue pensado desde organismos de derechos humanos para proteger a las minorías vulneradas, para colectivos en riesgo como migrantes y refugiados, nunca para que sean usados por los gobiernos de turno contra quienes los critican.

Algunos parlamentarios oficialistas hasta promueven una ley “contra el odio”. Nicolás Maduro impuso en Venezuela una similar para perseguir a los que luchan contra su ajuste dictatorial.

El mote “de odio” (que ahora el gobierno emprende contra medios, periodistas y jueces), irá rápidamente contra los que reclaman a diario como las y los docentes, pasibles de ser acusados de “odiadores seriales”. Mote que le imputarán a las y los jubiladas y jubilados que repudian sus ingresos de indigencia, contra los movimientos sociales combativos y la izquierda, apuntando directamente contra el legítimo derecho a la protesta. Algo muy peligroso. Discurso y política que llamamos a rechazar.  

Como señalamos a través de un comunicado de nuestro diputado nacional Juan Carlos Giordano inmediatamente producido el atentado contra la vice presidenta Cristina Kirchner, desde Izquierda Socialista integrante del Frente de Izquierda Unidad “repudiamos el atentado que se acaba de perpetrar contra la vice presidenta de la Nación. Exigimos una profunda investigación de este gravísimo hecho y el castigo a los responsables”.

Insistimos en que es necesaria una exhaustiva investigación para esclarecer las motivaciones y responsabilidades de este atentado y el castigo a quienes corresponda. Y como declaramos desde Izquierda Socialista y demás partidos integrantes del Frente de Izquierda Unidad, repudiamos este intento de magnicidio, un hecho de enorme gravedad, como lo haríamos con cualquier atentado contra dirigentes políticos, sindicales y sociales.

Anoche el presidente Alberto Fernández decretó el feriado nacional. Inmediatamente todos los partidos, dirigentes sindicales, políticos y los movimientos sociales integrantes del Frente de Todos convocaron a una movilización a Plaza de Mayo y otras plazas del país.

Respetamos a los sectores de trabajadores, juveniles y sociales que van a participar de estas movilizaciones. Pero alertamos que el Frente de Todos está intentando canalizar este repudio social al atentado como una demostración de apoyo a su gobierno y a su política de ajuste.

Desde Izquierda Socialista estamos acompañando las luchas por parte de las y los trabajadores, movimientos sociales y sectores populares que enfrentan esta política de ajuste del gobierno del Frente de Todos para cumplir su pacto con el FMI. Por eso no participaremos de las movilizaciones hoy y de las acciones en apoyo al gobierno y al Frente de Todos, mientras seguimos repudiando el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner exigiendo investigación y castigo a todos los responsables. 

Izquierda Socialista en el FIT Unidad
2/9/22

Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo (Izquierda Socialista/FIT Unidad), señaló: “Repudiamos desde nuestro partido Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad el atentado que se acaba de perpetrar contra la vice presidenta de la Nación. Exigimos una profunda investigación de este gravísimo hecho y el castigo a los responsables”.

Contactos:
Juan Carlos Giordano: 15-3119-3003 @GiordanoGringo
Prensa de Izquierda Socialista: 1160540129

 


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Volvió a saltar el tema de la corrupción ante el pedido de condena de un fiscal contra Cristina Kirchner. Hubo marchas en solidaridad con la vicepresidenta, reprimidas por la policía de Larreta, lo cual repudiamos. El peronismo habla de “persecución y proscripción”. Pero ¿hubo o no corrupción? ¿Se tiene que castigar a los culpables?
 
El peronismo dice que no hay pruebas para inculpar a Cristina. Pero a esta altura no hace falta ningún fiscal para probarlo. El entramado de negocios corruptos en el gobierno peronista kirchnerista ya llevó a varios de sus funcionarios a la cárcel. Basta con escuchar a los trabajadores de Santa Cruz para probar quién es Lázaro Báez o identificar las mansiones de De Vido o Alicia Kirchner en El Calafate.
El crecimiento exponencial del patrimonio de la familia Kirchner no se debe a que Cristina fue una abogada exitosa, sino que fue beneficiada por todo un entramado de negociados facilitados por su propio gobierno para los Lázaro Báez, quedándose luego con parte del botín.

A los militantes que se movilizan por Cristina les decimos que se fijen en lo que dice la propia vicepresidenta. Cristina en su alegato reconoció que hubo actos delictivos en su gobierno. Denunció por qué no se investigaba la asociación ilícita entre José López y los empresarios ligados al macrismo. Se refería a los bolsos negros con nueve millones de dólares que López revoleó en un convento para esconderlos. ¿La entonces presidenta no sabía lo que hacía López cuando fue Secretario de Obras Públicas durante los doce años de su gobierno?
 
La corrupción no es solo una coima

La corrupción no es solo una coima de tal o cual funcionario. Son grandes negocios capitalistas que se cometen en beneficio de los políticos de turno y de grandes empresarios. Mientras ellos se salvan y enriquecen, millones se hunden en la pobreza. Así funciona este sistema capitalista que defienden Cristina y Alberto Fernández.

¿Cómo afecta a los trabajadores? Con la obra pública se pactan licitaciones con un monto que después va subiendo, luego el gobierno pone plata del Estado para hacer frente a los sobreprecios y al final es el pueblo trabajador quien lo termina pagando. Plata que tendría que ir a salarios, jubilaciones, escuelas, hospitales o a un plan de viviendas, va a estos negociados repudiables. Esa ganancia va al patrimonio de empresarios y políticos de turno que luego invierten en hoteles, tierras y mansiones.

En estos negocios sucios están metidos grandes y poderosos empresarios. Muchos de ellos declararon en los tribunales que pagan coimas para quedarse con las obras y ponen dinero para las campañas electorales. Negocio del que también participan multinacionales corruptas como la brasileña Odebrecht, con la obra faraónica del Soterramiento del ferrocarril Sarmiento licitada en el gobierno de Cristina y seguida bajo el macrismo.

La corrupción capitalista mata. Ocurrió con la masacre de Once, donde en pleno gobierno de Cristina se le daban subsidios millonarios a la patronal Cirigliano-TBA, que luego guardaba en las Islas Caimán dejando a las formaciones del tren sin frenos. Esto provocó el choque fatal con el saldo de 52 muertos y cientos de heridos. Y si hablamos de corrupción capitalista hablemos de la deuda externa y el FMI, deuda ilegal, usurera y fraudulenta que viene de la dictadura y se sigue pagando con planes de ajuste como los que estamos viviendo hoy. Todo esto está en juego cuando se habla de “corrupción”.

Hay que castigar a todos los corruptos

Cristina se pone en víctima. El peronismo dice que está en peligro la democracia, que esto es parecido a lo que le hicieron a Perón en el golpe del ´55 y tantos otros disparates. ¿Pero acaso quieren juzgar a Cristina porque encabezó una rebelión contra el FMI o le quiere imponer un fuerte impuesto a los de arriba?

Cristina dice que los jueces la persiguen, pero se olvida de que hay otros que la fueron salvando, como el fallecido juez corrupto Oyarbide que cajoneó varias causas contra funcionarios kirchneristas. Por eso hay que terminar con esta justicia al servicio de los ricos eligiendo a los jueces por el voto popular.

El peronismo se ha declarado en “alerta y movilización” en apoyo a Cristina. Con esto intentan desviar la bronca popular contra el ajuste, los bajos salarios y la inflación. Una campaña a la que se suma entusiasta la burocracia de la CGT y las CTA, mientras le despejan el camino a Sergio Massa para recortar partidas en Educación, Salud, Vivienda y Transporte.

Ante todo esto desde Izquierda Socialista sostenemos que no hay que defender a Cristina. Hay que batallar para que todos los políticos patronales, funcionarios, grandes empresarios y sus cómplices paguen por sus actos corruptos. Tienen que ser ellos quienes demuestren su inocencia, o sino deben ir presos y devolver lo que se robaron. Sean del Frente de Todos o de Juntos por el Cambio. Esta lucha que va íntimamente ligada a la pelea por derrotar el brutal ajuste capitalista que está aplicando el gobierno, la cual es de primer orden.

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