May 16, 2024 Last Updated 9:31 PM, May 16, 2024


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

La maldita policía bonaerense provocó la muerte de César Guerreiro. Según sus familiares el “Lolo” era amoroso y familiero, peronista y trabajador municipal. Había ido a ver el partido Gimnasia-Boca con sus nietos. La represión le quitó la vida, provocando además cientos de heridos, entre ellos abuelos, mujeres, niñas y niños. Para Kicillof, Berni no tuvo la culpa.
 
Argentina Siglo XXI, jueves 6 de octubre, ciudad de La Plata, partido Gimnasia-Boca. Miles de familias pagan la entrada para ver al equipo de sus amores; la policía ordena cerrar las puertas del estadio y lanza una feroz represión con el saldo de un trabajador muerto y cientos de detenidos. Hubo 400 disparos de postas de goma y gases lacrimógenos y tres disparos contra un camarógrafo de TyC Sports por parte de efectivos de la Bonaerense compuesta por 90.000 policías adiestrados para el gatillo fácil y con una historia atroz. Una verdadera cacería que de casualidad no terminó en masacre.

El hermano del “Lolo” fue categórico: “a mi hermano lo mató la represión policial”. El defensor de Gimnasia, Matías Melluso, agregó: “No fueron incidentes, fue represión. No murió, lo mataron”. Sin embargo, la autopsia determinó que el fallecimiento fue por un “paro cardiorrespiratorio no traumático”, el fiscal inmediatamente declaró que atento a ello la muerte no fue producto del gas lacrimógeno, ni de ningún golpe. ¡Parece que el libreto se lo escribió el propio Berni!

Ya se está tejiendo la impunidad. La Bonaerense es una máquina de encubrir sus propios hechos aberrantes. Recordemos la eliminación de pruebas para tapar su responsabilidad ante la muerte del joven Facundo Castro y ante todos los casos de gatillo fácil que ejecuta a diario.
 
¿El gobierno peronista no encubre?

Kicillof dijo que fue “inadmisible” lo que pasó, pero una vez más salió en defensa de Berni. Kicillof defiende a Berni porque según dicen en su entorno, no estuvo al frente del operativo, trabaja mucho, hasta duerme en la central de policía y no está acusado de ningún hecho de corrupción, ni de recaudación. Una reivindicación absoluta para con su ministro represor. Sin embargo, la Comisión Provincial de la Memoria calificó al hecho de “crueldad y saña inexplicables”, y si bien La Cámpora emitió un comunicado de repudio, no dijo nada de Berni.

Kicillof también dijo “nuestro gobierno no promueve la violencia institucional, no la protege, no la encubre, no la oculta, ni la tolera”. Con esto trata de diferenciarse del macrismo. El Frente de Todos dice que la diferencia que lo separa con el gobierno anterior de Juntos por el Cambio no es que los hechos no existían, sino que Macri los encubría y ahora eso no ocurre. ¡Vaya la diferencia! Pero si no hay encubrimiento como dice el gobernador, ¿por qué Berni sigue en el cargo? ¿El propio Kicillof no tuvo nada que ver en esto?

Izquierda Socialista hace responsable de la represión a Berni, a la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte, dependiente del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires) y al gobernador de la provincia, Axel Kicillof.

En La Plata hubo una marcha de repudio y un multitudinario velatorio. Hay que seguir por el camino de la movilización para que este hecho no quede en la impunidad. ¡Justicia para César Regueiro y todas y todos los heridos! Castigo a los culpables materiales y políticos. ¡Fuera Berni! La bonaerense y el gobierno son los responsables.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

“No es la policía. Es la gestión de Kicillof y Berni”, tuiteó la actual diputada nacional y ex gobernadora de PRO, María Eugenia Vidal. Que quede claro. Para la representante del macrismo la policía no tuvo la culpa en la muerte del hincha ni en la represión. Una defensa a ultranza de un verdadero ejército para reprimir, como lo es la bonaerense, además de ser parte de cuanto delito rentable existe en el conurbano bonaerense.

Vidal también dijo que cuando ella gobernó recuperó “la ley y el orden” y que hubo “una Provincia más segura y sin impunidad”. Todo bajo un marketing electoral al mejor estilo Patricia Bullrich, mostrando que en Juntos no hay halcones o palomas, sino políticas pro represores.

Cuidado con Vidal y el PRO. Si sos una estudiante que lucha por la educación, sos una “delincuente”, y si vas a la cancha y te reprimen, la culpa no la tiene la policía.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

“Nunca un gobierno peronista reprimió al pueblo”. Esto dijo Cristina Fernández de Kirchner en su último discurso ante la causa Vialidad. Un claro (doble) discurso, del cual siempre alardea el peronismo kirchnerista.

La frase de Cristina, más que de salvación, ofició de premonición ante los hechos por venir: la salvaje represión contra mujeres y niñes mapuches orquestada por Aníbal Fernández, y el posterior asesinato del hincha de Gimnasia por parte de la policía de Berni y Kicillof, sus delfines. Cristina, nacida en La Plata e hincha del Lobo, no emitió opinión sobre el tema.

Esta polémica sobre si el peronismo reprime o no la venimos teniendo desde hace años. Debate que siempre surge cada 24 de marzo, en el que se repudia con marchas multitudinarias al golpe genocida de 1976. Los actuales hechos lo prueban.

“Renuncio por la tremenda violación a los derechos humanos”, dijo la ex ministra de Mujeres ante la represión del gobierno contra la comunidad mapuche. Esto confirma lo que venimos sosteniendo desde Izquierda Socialista, que el peronismo no defiende los derechos humanos, sino que los viola. Por eso nunca Cristina a pesar de ser abogada, firmó un hábeas corpus en favor de los perseguidos políticos.
Por su parte, siempre hemos señalado que la anulación de las Leyes de Obediencia Debida y el Punto Final no fueron obra del gobierno peronista kirchnerista, sino de la lucha de varias generaciones que venimos llenando las calles durante décadas contra la impunidad y la represión de ayer y de hoy. Y a no olvidar que en 2006, en pleno gobierno de Néstor Kirchner, desapareció Julio López en La Plata, y nunca se supo nada más de él.

Si hablamos de represión de un gobierno peronista recordemos el operativo de Berni del año 2020 que desalojó violentamente con topadoras y quemó las casillas de familias humildes que ocuparon un pedazo de tierra en Guernica. Solo pedían por vivienda digna, cosa que el gobierno nunca les dio. La represión contó con el apoyo de Andrés “Cuervo” Larroque, en ese momento ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires.

Que el peronismo reprime está probado por otros hechos aberrantes, como el asesinato de Darío y Maxi (la masacre de Avellaneda) bajo el gobierno peronista duhaldista de 2002, quien hizo la tarea sucia previo a la asunción de Néstor Kirchner. En 2010, en pleno gobierno de Cristina, fue asesinado el joven Mariano Ferreyra a manos de la patota del burócrata de la Unión Ferroviaria ligado al kirchnerismo, José Pedraza.

Siempre hay dirigentes peronistas que van a correr el arco para negarlo. Jorge Rachid, médico del Instituto Patria, dijo en estos días que las mujeres mapuches fueron reprimidas por culpa “de una mujer blanca jueza cómplice de una Corte corrupta”, no de Aníbal Fernández. Y que “a Kicillof le tiraron un muerto”.

Como siempre decimos, el ajuste no pasa sin represión. Y el peronismo en el gobierno es ajuste y represión. Por eso desmentimos la otra frase de Cristina ante un encuentro con jóvenes de La Cámpora diciéndoles que “el peronismo está más vigente que nunca”. Aunque duela, decimos lo contrario, que el peronismo no va más, porque es sinónimo de más ajuste, entrega y sometimiento ante el FMI y porque reprime y viola los derechos humanos. Derechos humanos que también incluye a quienes se siguen hundiendo en el hambre y la indigencia mientras las ganancias capitalistas siguen en ascenso. Por eso bregamos para superar al peronismo por izquierda, construyendo Izquierda Socialista para seguir fortaleciendo al Frente de Izquierda Unidad.

Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad repudiamos el operativo de desalojo a la comunidad Mapuche en Villa Mascardi justo a un mes de cumplirse el quinto aniversario del asesinato de Rafael Nahuel en manos de los prefectos de gendarmería comandados por Patricia Bullrich.

Ahora es el gobierno nacional de la mano de Alberto Fernández quien ordena el desalojo de la comunidad Lafken Winkul Mapu con un operativo descomunal de cientos de efectivos, balas, gases lacrimógenos y detenidas.

Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo de Izquierda Socialista en el FIT Unidad, señaló: “La Fuerza Conjunta de Alberto y Aníbal Fernández ha desalojado a la comunidad en complicidad con el gobierno provincial de Juntos Somos Río Negro y el PRO, reprimiendo y demonizando al pueblo mapuche. Este operativo responde a las demandas de terratenientes como Benettton, Lewis y otros grandes capitalistas que pretenden seguir haciendo en esas tierras negocios millonarios a través de emprendimientos inmobiliarios y turísticos, los mismos que se vienen quedando con miles de hectáreas de propiedad del Estado a precios irrisorios, bajo todos los gobiernos”.

Giordano finalizó: “La embestida con el pueblo mapuche es de todos los gobiernos, antes por parte del macrismo de Juntos por el Cambio y ahora por parte del peronismo del Frente de Todos que gobierna para los capitalistas, terratenientes y el FMI. Desde Izquierda Socialista decimos basta de reprimir al pueblo mapuche, devolución de sus territorios ancestrales. Libertad inmediata a la machi Betiana Colhuan y demás mujeres presas que fueron trasladadas a la fuerza desde Bariloche a Buenos Aires y a las mujeres y niñes aún detenidas en Bariloche”.

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Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Cristina Kirchner y sus dirigentes sindicales hacen campaña diciendo que el gobierno del Frente de Todos es víctima de “la derecha nacional e internacional”, pero se reunieron con el embajador yanqui. Un colosal doble discurso. Todo un símbolo de un giro por parte del peronismo kirchnerista en apoyo a los pactos políticos y económicos que nos atan al imperialismo norteamericano, en especial el acuerdo con el FMI.

Primero fue la propia vicepresidenta, luego sus dirigentes sindicales afines. Todos se reunieron con el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley.

Roberto Baradel (Suteba) y Hugo Yasky (diputado kirchnerista y titular de la CTA de los Trabajadores) le pusieron la frutilla del postre. Le dieron de comer a Clarín, que sacó la foto de la visita en tapa, ante un Yasky que venía tildando al embajador norteamericano de “virrey” y ahora le fue a chupar las medias junto a Baradel, el burócrata de Suteba, en momentos en que la docencia bonaerense está de paro, convocado por la oposición Multicolor.

Ya antes Cristina Kirchner se había entrevistado con Stanley el pasado 28 de marzo en el Senado, sacándose una foto para difundir el evento. “Es la primera vez que la vicepresidenta sonríe al lado de un embajador de los Estados Unidos”, dijeron los medios. Esto provocó un gran impacto, ya que era común que con el embajador yanqui se reuniera la crema de los grandes empresarios y multinacionales (“el círculo rojo”) y representantes del macrismo de Juntos por el Cambio, no el kirchnerismo.

Cristina también se reunió posteriormente con la jefa del Comando Sur del ejército de Estados Unidos, Laura Richardson, acompañada por el mencionado Stanley. ¿Qué es el Comando Sur? Es una unidad del Pentágono con sede en Miami, que defiende los intereses de los Estados Unidos en la región y controla las bases yanquis en América Latina, brindando entrenamiento e inteligencia bajo las recomendaciones del Departamento de Estado.

Posteriormente también desfilaron por la embajada el titular de la CGT, Héctor Daer, y Pablo Moyano. Este último dijo que el embajador estadounidense “es más peronista que alguno de los nuestros”.

¿Argentina y Estados Unidos “en defensa” de los derechos laborales?

El embajador dijo de la reunión: “El rol de los sindicatos es crucial para proteger los derechos de los trabajadores y construir una economía sólida. Conversamos con @HugoYasky y @RobiBaradel sobre avances y desafíos de los sindicatos hoy, y del trabajo conjunto de Estados Unidos y Argentina en materia de derechos laborales”. ¿Desde cuándo los gobiernos de Estados Unidos y de Argentina “protegen los derechos de los trabajadores”? Ambos gobiernos, y los dirigentes sindicales vendidos que los apoyan, están al servicio de resguardar las ganancias de las patronales y en contra de los trabajadores.

La ONG Oxfam acaba de revelar que “en Estados Unidos se ha visto a milmillonarios viajar al espacio, cuando gran parte de la población mundial se enfrentaba al aumento de la pobreza. Elon Musk, dueño de Tesla y ahora Twitter, ha recibido miles de millones de dólares en subvenciones públicas, mientras infringe la legislación laboral y socava los esfuerzos de las y los trabajadores para organizarse sindicalmente. El mismo comportamiento reaccionario se observa en Jeff Bezos, dueño de Amazon, quien compite con Musk por ser el hombre más rico del mundo” (Página12, 25/9).

El embajador yanqui defiende a Musk y Amazon, no a sus trabajadores. Lo mismo pasa con el Frente de Todos, que gobierna para las mineras, petroleras y automotrices, mientras los dirigentes sindicales de la CGT y de la CTA Yasky le dan la espalda a los trabajadores que reclaman, como a los obreros del Sutna o a la docencia sublevada en varias provincias.

Es lamentable que Baradel y Yasky le fueran a lavar la cara al embajador yanqui hablando de “derechos laborales”. Este funcionario estadounidense representa a la misma potencia imperialista que planificó el golpe militar del ‘76, liquidando mediante un genocidio a una generación de luchadoras y luchadores para imponer un plan económico de sometimiento que se mantiene al día de hoy con una deuda externa usurera y fraudulenta.

Liberémonos del FMI con una Argentina socialista

Muchos recordarán que el viejo peronismo enarboló la consigna “Braden o Perón” para ganar las elecciones en 1946. De esa forma mostraba que el entonces embajador yanqui, Spruille Braden, era sinónimo de sometimiento y dependencia. Hoy, para el peronismo en general y el kirchnerismo en particular, esto cambió. El imperialismo yanqui ya no sería tan malo, sino que se ha transformado en aliado del gobierno. Lo mismo pasaría con el FMI.

Recordemos que el peronismo de los años ‘90 reinició las “relaciones carnales” con Estados Unidos, como lo dijo el presidente peronista de entonces, Carlos Saúl Menem. Y con el peronismo de hoy, Argentina sigue sometida al FMI, del cual Estados Unidos es su accionista mayor.

Muchos seguidores del kirchnerismo venían diciendo que todo pasa por culpa de Alberto y de Massa. Pero las fotos de Cristina, Yasky y Baradel con el embajador yanqui son la clara revelación de que el kirchnerismo es quien está de acuerdo con el actual ajuste y el mayor sometimiento a la principal potencia imperialista, aunque nunca lo va a reconocer. A esto hay que sumarle el viaje de Sergio Massa a Estados Unidos; la reunión de Alberto Fernández con la titular del FMI y la actual gira del kirchnerista Wado De Pedro y los gobernadores a Estados Unidos, para seguir proponiendo a Argentina como tierra de saqueo para las multinacionales, en especial las del litio y la energía.

Llamamos a reflexionar a los seguidores del kirchnerismo y a los jóvenes que se movilizan con La Cámpora al grito de “Patria sí, colonia no”. Y los invitamos a luchar por un gobierno de los trabajadores y una Argentina socialista para liberarnos definitivamente del FMI y de los dictados de las multinacionales y bancos imperialistas. Esto no se va a lograr con un peronismo que no va más, sino postulando el programa del Frente de Izquierda Unidad, al cual desde Izquierda Socialista llamamos a fortalecer.

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