Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista
Reproducimos a continuación extractos de la entrevista realizada por Izquierda Diario el 14 de enero a nuestro compañero Edgardo Reynoso, dirigente del cuerpo de delegados del Sarmiento y de Izquierda Socialista ante las acusaciones de “saboteadores” por parte del ministro Randazzo a los ferroviarios del Sarmiento.
La nueva acusación del fiscal Nisman, así como su dudosa muerte, han puesto otra vez sobre el tapete el atentado a la AMIA. Así ocurrió también cuando el gobierno K firmó el memorando que pactó con Irán y los giros políticos que tuvo el kirchnerismo sobre la causa AMIA. Ni Nisman quería la verdad, ya que desde un primer momento avaló la versión sionista y de la CIA, ni tampoco nunca la quiso el gobierno nacional, que siempre se adecuó a la política norteamericana.
Escribe: Luis Covas
A medida que pasan las horas se habla de todo tipo de hipótesis sobre la muerte del fiscal Nisman y sus causas. ¿Fue un suicido auténtico o fue inducido y hay un crimen? Desde nuestro punto de vista, la explicación de este desenlace no hay que buscarla en la causa AMIA, aunque tenga su importancia, ni en una guerra de servicios, sino en la brutal crisis que tiene el gobierno kirchnerista y el régimen político patronal. Desde hace un año el gobierno está acosado por los casos de corrupción y emprendió una dura batalla para controlar el poder judicial y lograr impunidad pos 2015. En esa pelea interpatronal, entre el gobierno y la oposición, se metieron Nisman, la causa AMIA y diferentes sectores de los servicios. El caso Nisman no hará más que profundizar la crisis política del gobierno y de los de arriba.
El país está conmocionado por la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman, quien presentó una denuncia penal y pedido de indagatoria contra la presidente Cristina Kirchner y otros funcionarios de su gobierno por encubrimiento en la causa AMIA. El funcionario judicial apareció muerto cuando este lunes iba al Congreso a presentar más pruebas de sus denuncias. Millones de argentinos, trabajadores, jóvenes y demás sectores populares no creen en la versión “oficial” del suicido y miran hacia el principal sospechoso, que es el actual gobierno y sus servicios de inteligencia. Nos sumamos a esos millones que repudian lo que está pasando y exigimos investigación y castigo a los responsables.
El 30 de diciembre se van a cumplir diez años de la “masacre” de Cromañón, que arrebató la vida a 194 jóvenes, jóvenes que tenían ilusiones de vivir, estudiar, trabajar, formar una familia. “A los pibes no los mataron ni las bengalas, ni el rock and roll, sino la corrupción”, se gritó en estos años.
Diez años de lucha permitieron meter preso al empresario Chabán (quien falleció recientemente en la cárcel), y ahora, aunque muy tarde, al dueño del boliche Cromañón, Rafael Levy. Pero no fue imputado el Jefe de Gobierno de entonces, Aníbal Ibarra. Este corrupto –denunciado valientemente por Mariana Márquez, la mamá de Liz muerta en aquella noche trágica–, al grito: “Ibarra, sos un cadáver político”. Así fue. Mariana falleció posteriormente de una enfermedad terminal, sin dejar de batallar hasta el último suspiro por justicia para su hija y demás masacrados. Dejando marcado un justo camino de rebeldía.