Escribe Unidad internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
Declaración conjunta de LIT-CI, UIT-CI, CCRI, 2 de enero de 2025
1. La Revolución Siria que comenzó con el levantamiento popular de marzo de 2011, con avances y retrocesos en estos treces años, derivó el 8 de diciembre de 2024 en la caída de una dictadura de 54 años. Se trata de un acontecimiento histórico, tanto para el propio país, el pueblo sirio como para Oriente Medio y el mundo. Liberó a las masas populares del yugo de la tiranía de Assad y aplastó una de las dictaduras más duraderas y brutales del mundo. Destruyó un pilar del orden imperialista en Medio Oriente que era un títere del imperialismo ruso (Putin fue uno de sus apoyos más importante) así como del régimen burgués-represivo iraní y que aseguraba que Israel no tuviera que preocuparse por su frontera nororiental. Inspira a las masas de la región y hace temblar a los dictadores que temen un resurgimiento de la Revolución Árabe. ¡La caída revolucionaria de Al Assad – independientemente de su carácter democrático inconcluso – es una victoria para las y los trabajadores y oprimidos en todo el mundo!
2. Si bien hemos apoyado, desde el 2011, la lucha de liberación contra el régimen de Assad, nunca nos hicimos ilusiones ni dimos apoyo político a las direcciones del movimiento por su caída. Ahora compartimos el júbilo de las masas por la caída de la dictadura, pero no despertamos confianza ni damos apoyo político al nuevo gobierno que encabeza Al Golani. Reconocemos que el HTS de Al-Golani y otras facciones son fuerzas nacionalistas e islamistas proburguesas. El derrocamiento ha abierto un proceso revolucionario en el país en el que las masas intentan espontáneamente organizarse y castigar a los asesinos y torturadores del antiguo régimen. Sin embargo, los nuevos gobernantes de Damasco se oponen a una profundización de ese proceso revolucionario y quieren construir un régimen burgués que sea aceptado en la mesa de las potencias imperialistas y regionales. Para ello, Al-Golani intenta pacificar el proceso revolucionario y desarmar y desmovilizar a las masas.
3. Denunciamos a los partidos “socialistas”, “comunistas” y bolivarianos que apoyaron la dictadura de Assad como una supuesta “fuerza antiimperialista”, y que ahora lamentan su caída. Difundieron calumnias contra la caída de Al Assad, afirmando ridículamente que habría sido una conspiración de Estados Unidos e Israel. Estos amigos del imperialismo ruso y sus aliados “olvidan” que el régimen de Assad nunca disparó un solo tiro contra el estado sionista de Israel durante más de medio siglo. Y si Israel hubiera orquestado la caída del régimen, ¿por qué el ministro de Asuntos Exteriores de Israel denuncia a los nuevos gobernantes de Damasco como una “banda terrorista”? Y si los sionistas darían la bienvenida al nuevo gobierno, ¿por qué su fuerza aérea lanza cientos de ataques contra objetivos civiles y militares en Siria para desarmar a las fuerzas revolucionarias? De hecho, el Estado israelí de apartheid claramente habría favorecido la existencia continuada del régimen de Assad. No es ningún secreto que mantenía estrechos vínculos con el aparato de inteligencia de Assad, como lo habían informado recientemente varios medios de comunicación como Middle East Eye e incluso el reaccionario sionista Israel Hayom. Siempre será una vergüenza para el estalinismo que los dos partidos “comunistas” sirios fueran parte del régimen de Assad hasta el amargo final y apoyaran su guerra contrarrevolucionaria contra el pueblo sirio desde 2011.
4. No estamos de acuerdo con aquellas organizaciones socialistas que, oponiéndose a la dictadura de Assad, se niegan a apoyar la Revolución Siria ya que denuncian la lucha entre los rebeldes y el régimen como un conflicto entre “fuerzas reaccionarias” en el que los socialistas no pueden tomar partido, como si la revolución fuera un mero golpe de Estado separando la profunda lucha popular y democrática de las masas que comenzó en 2011 de su resultado: la guerra civil y la ofensiva final de los rebeldes del 27 de noviembre al 8 de diciembre de 2024 que fue apoyada y vitoreada por millones de personas en las calles. Niegan erróneamente el hecho de que la victoria popular contra Assad es una revolución democrática inacabada que los socialistas necesitan impulsar en el proceso de revolución permanente. Es deber de los revolucionarios apoyar los procesos revolucionarios, aunque tengan un carácter inacabado y limitado, diferenciándose de sus direcciones.
5. La tarea clave para las masas ahora es defender, profundizar y expandir el proceso revolucionario sirio. Debe defenderse contra los ataques contrarrevolucionarios de los restos del régimen de Assad. Todos los intentos reaccionarios de avivar el sectarismo y discriminar a las minorías étnicas y religiosas deben ser rechazadas con la movilización popular. Asimismo, las libertades democráticas recién logradas deben defenderse contra las medidas autoritarias del nuevo régimen. Para resistir los intentos del nuevo gobierno de Al-Golani de secuestrar la revolución, las masas tienen que construir sus propias organizaciones independientes, retomando la experiencia de los comités de coordinación de los comienzos de la revolución del 2011, en los lugares de trabajo, barrios y pueblos, milicias armadas subordinadas a dichos consejos, junto a los sindicatos, asociaciones estudiantiles, organizaciones de mujeres, etc. Como socialistas revolucionarios, abogamos por la formación de un gobierno de la clase trabajadora y los sectores populares que nacionalice los sectores clave de la economía bajo el control de las y los trabajadores y abra el camino de una Siria socialista.
6. En ese camino debemos apoyar la lucha del pueblo sirio por medidas de emergencia impulsadas por la movilización popular. Entre esas medidas se encuentra el reclamo de juicio y castigo a los torturadores, la creación de condiciones para el regreso de millones de refugiados, pleno derecho a la protesta y a organizarse política y socialmente, que haya elecciones libres y democráticas, garantizar la plena igualdad de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad y reconocer los derechos de las minorías étnicas y nacionales –como el pueblo kurdo– a tener autonomía o incluso un Estado separado, si así lo reclamaran, que se respeten los derechos de todas las comunidades religiosas del país, Entre las medidas urgentes se deben incluir la nacionalización sin indemnización de todos los bienes de la oligarquía de Al Assad, la cancelación de las deudas con Irán y Rusia —los principales responsables de la devastación del país—, la expropiación sin compensación de empresas relacionadas con estos países, la suspensión del pago de la deuda pública para utilizar estos recursos para satisfacer las necesidades inmediatas del pueblo sirio.
7. Una Siria verdaderamente libre debe ser independiente y expulsar a todas las potencias extranjeras. Esto significa que tiene que cerrar todas las bases militares imperialistas (tanto las de Rusia como las de Estados Unidos). Del mismo modo, debería expulsar al ejército turco, que sólo sirve a los objetivos de Erdoğan de oprimir al pueblo kurdo y subyugar a Siria. Es de particular importancia liberar todos los territorios ocupados del Golán y expulsar a las fuerzas israelíes.
8. El destino del proceso revolucionario sirio está estrechamente vinculado a las luchas de liberación en todo Oriente Medio y a que surja una alternativa política revolucionaria en Siria. Por lo tanto, es indispensable que la Revolución Siria se vincule con la lucha de liberación palestina y declare su apoyo inequívoco a la heroica resistencia contra la ocupación sionista. Asimismo, necesita llegar a las masas oprimidas en Egipto, Jordania, Irán, Turquía y toda la región y apoyar su deseo de libertad, justicia y dignidad. ¡Abajo todos los faraones, reyes y sultanes! ¡Aplastemos al Estado sionista, el portaaviones del imperialismo en la región! Por una Palestina libre, laica y democrática desde el río hasta el mar.
9. La tarea de las fuerzas más avanzadas de las y los trabajadores y oprimidos sirios es la formación de una nueva alternativa política socialista revolucionaria, que apunte a impulsar la lucha para defender, profundizar y expandir el proceso revolucionario y apoye la organización independiente de las masas. Esa nueva dirección política así debe construirse en oposición al nuevo régimen y luchar por el poder de las y los trabajadores en una Siria Socialista como parte de una federación socialista de Medio Oriente.
10. Nosotros, las organizaciones abajo firmantes, llamamos a una campaña de solidaridad internacional con la Revolución Siria en su defensa contra sus enemigos tanto internos como externos. Dicha campaña debería estar vinculada a actividades de solidaridad con la lucha de liberación palestina. Exigimos el levantamiento inmediato de todas las sanciones contra Siria. Asimismo, las organizaciones obreras y populares de Europa, Turquía y otros países deben oponerse a cualquier intento de los gobiernos reaccionarios de expulsar a los refugiados sirios. Además, ¡también llamamos al pueblo trabajador sirio a autoorganizarse, con total independencia del gobierno dirigido por el HTS, para luchar por las reivindicaciones más críticas para el pueblo trabajador, así como por el poder obrero!
Firmantes:
Liga Internacional de Trabajadores (Secretariado Internacional) – Cuarta Internacional (LIT-CI, www.litci.org)
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI, www.uit-ci.org)
Corriente Comunista Revolucionaria Internacional
(CCRI www.thecomunista.net)
Escribe Atakan Çiftçi, dirigente de IDP de Turquía y de la UIT-CI
Publicado originalmente el 29 de diciembre de 2024 en https://www.gazetenisan.net
Tras la caída del régimen de Asad el 8 de diciembre, los acontecimientos en Siria están avanzando a un ritmo vertiginoso. Mientras que Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ha logrado dominar políticamente el nuevo proceso por ahora, Julani (Ahmad al-Sharaa), quien actúa como jefe de Estado temporal y de facto, recibe casi sin descanso delegaciones internacionales y locales en el antiguo palacio presidencial. Mientras los medios de comunicación burgueses tienden a trivializar el nuevo periodo centrándose en el cambio de vestimenta de Julani, la pregunta fundamental en la mente de todos es cómo y hacia dónde evolucionará este proceso.
La “transición” política
Tras la caída del régimen de Asad, HTS formó un gobierno provisional sin incluir la representación de otros sectores opositores. Bajo el liderazgo pragmático de Julani, en lugar de desmantelar completamente la burocracia baasista, se intentó integrarla tanto como fuera posible. Mohammed al-Bashir, quien dirigía la provincia de Idlib, asumió como primer ministro del gobierno provisional sirio y anunció que las elecciones generales se celebrarán el 1 de marzo de 2025. Julani, por su parte, declaró que se realizará una Conferencia Nacional de Diálogo para incluir a otros sectores políticos y sociales.
El tema más determinante del próximo periodo será, sin duda, la democracia política. ¿Se garantizarán los derechos de las minorías religiosas y nacionales, así como los de las mujeres? ¿Se establecerá la libertad de organización y expresión? ¿Podrán los partidos políticos participar en las elecciones en igualdad de condiciones? Los conformistas se limitan a quejarse, asegurando que HTS no cumplirá con estos objetivos, mientras esconden la cabeza. Por su parte, los revolucionarios, conscientes de que todos estos puntos son parte de una lucha política, nos preparamos para luchar en esta dirección. No tenemos expectativas de liderazgo alguno por parte de HTS ni de ninguna otra dirección burguesa. Confiamos únicamente en la determinación del pueblo, que con una lucha heroica ha derribado una dictadura bárbara, y se moviliza para construir una alternativa política revolucionaria.
Reconstrucción económica
El régimen de Asad no solo dejó una catástrofe humanitaria, sino también una devastación económica masiva en Siria. En sus últimos años, al permitir que la libra siria se devaluara drásticamente, la moneda prácticamente se convirtió en papel sin valor. Más del 90% de la población vive en extrema pobreza, y hasta los sectores sociales favorecidos por el régimen se quedaron sin acceso a alimentos y energía. Este desastre no puede resolverse atrayendo “inversiones extranjeras” de países imperialistas, sino con un programa anticapitalista que priorice las necesidades del pueblo.
Entre las medidas urgentes se incluyen la nacionalización sin indemnización de todos los bienes de la oligarquía de Asad, la cancelación de las deudas con Irán y Rusia —los principales responsables de la devastación del país—, la expropiación sin compensación de empresas relacionadas con estos países, la suspensión del pago de la deuda pública y el uso de estos recursos bajo una planificación centralizada para satisfacer las necesidades inmediatas de la población.
Golán, Gaza y Yarmuk
Otro desarrollo que ha marcado este nuevo periodo es la creciente agresión del Estado sionista. Poco después de la caída de Asad, Israel lanzó decenas de ataques aéreos, destruyendo las infraestructuras clave y casi por completo las fuerzas aéreas y navales de Siria. Además, extendió su ocupación más allá de los Altos del Golán, capturando áreas estratégicas como el Monte Hermón y los pasos fronterizos entre Líbano y Siria. En el Valle de Yarmuk, las fuerzas israelíes dispararon contra civiles que protestaban contra la ocupación, hiriendo a una persona.
Hasta ahora, la dirección de HTS se ha limitado a emitir declaraciones de bajo perfil frente a los ataques israelíes. Julani justificó esta postura afirmando que “la situación agotada de Siria tras años de conflicto no permite nuevas confrontaciones.” Podría argumentarse que la situación actual de Siria no permite una confrontación militar abierta con Israel. Sin embargo, amplios sectores del pueblo sirio siempre han estado al lado del pueblo palestino y nunca han olvidado la ocupación sionista de los Altos del Golán. El pueblo sirio siempre ha abierto sus puertas a los refugiados palestinos que tuvieron que huir de las masacres del sionismo, y los palestinos han vivido en varias partes de Siria durante muchos años, especialmente en el campo de refugiados de Yarmouk. Los ataques actuales de Israel también han generado una profunda ira entre el pueblo sirio. La agresión israelí solo puede ser detenida mediante la movilización política de esta ira. Por lo tanto, la postura política y diplomática de la dirección de HTS frente a la agresión israelí no se debe al «agotamiento del pueblo sirio», sino a su propia política conciliadora, colaboradora y pragmática.
Por otra parte, quienes ven todo este proceso como una conspiración de Estados Unidos e Israel han presentado los ataques y avances militares de Israel en Siria como prueba de ello. Esta interpretación se basa en el supuesto de que existe un «eje de resistencia» en la región formado por Irán, el régimen de Assad, Hezbolá y organizaciones palestinas. Sin embargo, como hemos señalado en muchos otros lugares, el régimen de Assad no ha disparado una sola bala en los últimos 50 años contra Israel, ni fue más allá de su retórica, mientras que el sionismo nunca ha estado a favor del derrocamiento de Assad desde 2011. La Fuerza Aérea Siria, destruida por Israel, no ha realizado ni una sola incursión para recuperar los Altos del Golán o para impedir el genocidio en Gaza. Sin embargo, ha organizado innumerables operaciones para masacrar al pueblo sirio. Después de la revolución, el propio régimen destruyó Yarmuk porque no estaba del lado del régimen de Assad. Tras la caída del régimen, sólo de la prisión de Sednaya fueron liberados 630 presos palestinos. Como dijo un revolucionario sirio: «La libertad es el destino común de Gaza, Yarmouk y el Golán».
Cuando caigan los dictadores…
La caída de la dictadura de Asad no fue una buena noticia para los dictadores, monarcas o líderes autoritarios de la región. Los más descontentos entre ellos son sin duda, el ayatolá Jamenei y Putin. Las milicias iraníes y las tropas rusas se han retirado casi por completo del país. Rusia incluso ha comenzado a retirar su flota de Tartus, lo que podría suponer la pérdida total de su base militar en esa región.
El dictador egipcio Sisi es otro de los más descontentos. Consciente de la naturaleza contagiosa de las revoluciones a partir de experiencias previas, Sisi teme una nueva ola de protestas en Egipto. Su decisión de arrestar a los sirios que intentaron celebrar la caída de Asad es, sin duda, resultado de este temor. Su declaración a sus allegados, “No se preocupen, porque no tengo las manos manchadas de sangre” podría interpretarse como un desliz verbal nacido de esta misma preocupación.
Por otro lado, las monarquías petroleras están preocupadas por la posibilidad de que en Siria surja un régimen político democrático basado en la soberanía popular que pueda servir como ejemplo, sobre todo, para sus propias poblaciones y para la región en general. En cuanto al gobierno de Erdoğan, su principal preocupación radica en impedir que los kurdos logren una autonomía permanente o, al menos, garantizar que este proceso se desarrolle bajo su tutela y control.
El establecimiento de derechos democráticos, la planificación económica en favor del pueblo trabajador, la creación de condiciones para el retorno de millones de refugiados y la limpieza total del país de fuerzas extranjeras constituyen las dinámicas fundamentales de esta nueva etapa en Siria.
El establecimiento de derechos democráticos, la planificación económica en favor de las clases trabajadoras, la creación de condiciones para el regreso de millones de refugiados y la limpieza del país de toda influencia extranjera constituyen las dinámicas fundamentales del nuevo periodo en Siria. Cómo evolucionen estas dinámicas dependerá de las luchas que se libren en el escenario político. Es precisamente por ello que la construcción de una alternativa política socialista se convierte en una prioridad vital. Las protestas de la última semana para la búsqueda de los desaparecidos, la garantía de los derechos de las mujeres y contra la agresión israelí, así como los comités locales que se están construyendo en varias regiones, muestran los canales sociales a través de los cuales se levantará esta opción socialista.
Foto de portada: Estambul 2015. De izquierda a derecha: Manzour (Siria), Sedat (IDP, Turquía), Nassar (Líbano), Yassin Al Haj Saleh (Siria), Duru (IDP), Kaileh (Siria), Cristina Mas (LI, Estado español), Sorans (UIT-CI).
La UIT-CI y sus secciones impulsamos, desde marzo de 2011, el llamado a la solidaridad internacional con la revolución siria. En Argentina hasta tuvimos enfrentamientos físicos con defensores de Bashar al-Assad y enviados de la embajada. Lamentablemente estuvimos muy solos internacionalmente. Muy pocos sectores de la izquierda trotskista apoyaron.
Con la campaña internacional buscábamos apoyar a la izquierda independiente que enfrentaba a la dictadura de al-Assad, para dar pasos en la construcción de un polo socialista revolucionario en Siria.
Trabajamos unidos con dirigentes y organizaciones diversas que, apoyando la rebelión contra el régimen, levantaban una postura política independiente a la dirección burguesa opositora del Consejo Nacional Sirio (CNI), del imperialismo y de las milicias reaccionarias islámicas y el ISIS.
Entre ellos podemos mencionar, entre otros, a Yassin al Haj Saleh, escritor, quien estuvo en la cárcel durante dieciséis años (1980-96). Pasó a vivir en la clandestinidad desde el inicio de la revolución hasta que huyó del país en 2013. Dejó de ser comunista pero se sigue considerando de izquierda. Su compañera, Samira Khalil, está desaparecida desde que fue secuestrada en 2013 por un grupo salafista en Ghouta Oriental. Salameh Kaileh, periodista sirio-palestino y autor marxista árabe, fallecido en octubre de 2018. Estuvo preso ocho años (1992-2000) en Siria. Después de haber vivido en Damasco durante treinta años, fue encarcelado y deportado a Jordania en 2012. Yasser Munif, cofundador de la Campaña Global de Solidaridad con la Revolución Siria. Mansur Attassi, ya fallecido, del Partido de la Izquierda Democrática de Siria, organización con la cual mantenemos una relación fraternal.
Todos ellos fueron parte de la Conferencia Internacional que se realizó en Estambul, Turquía, en julio de 2015 que fue convocada también por la UIT-CI y otras organizaciones. Este fue el único evento mundial de la izquierda en apoyo a la revolución siria.
Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
2/12/2024. El pasado 29 de noviembre se conmemoró el día internacional de solidaridad con palestina. En las principales ciudades ondearon las banderas de palestina junto a nutridas movilizaciones que expresan la simpatía mundial con la resistencia. El genocidio perpetrado por Israel ya no puede ocultarse y Netanyahu sufre un creciente aislamiento mundial con una mayor crisis política en su propio país. Al punto que un ex Jefe del Estado Mayor durante la segunda Intifada y ex ministro de Guerra de Netanyahu acusa a Netanyahu de estar haciendo una limpieza étnica. Hecho inédito y muy grave que muestra la crisis interna del sionismo dentro de Israel. Además, la Corte Penal Internacional (CPI) dicta orden de arresto contra Netanyahu y ex funcionarios sionistas reconocen la política genocida de una limpieza étnica en curso.
Esto, sumando al fracaso político para derrotar a la resistencia del pueblo libanés, obligó al gobierno de Netanyahu a aceptar un alto el fuego con el Hezbollah en el Líbano. Profundizar la solidaridad mundial en apoyo a la resistencia palestina es la tarea central de los pueblos del mundo.
El 29 de noviembre y las movilizaciones masivas
El 29 de noviembre, se conmemoró un nuevo aniversario de la aprobación resolución 181 de la ONU, también conocida como la “resolución de la partición”, en la cual se estipulaba la creación de un “Estado judío” y un “Estado árabe” en Palestina, con Jerusalén como capital. Esta resolución tramposa de la ONU solo sirvió para crear al Estado genocida sionista en territorio despojado a los palestinos y jamás formó un Estado palestino.
Sin embargo, el actual escenario internacional marcado por el genocidio sionista que ya asesinó a cerca de 45 mil palestinos y a 4 mil personas en el Líbano transformó esta conmemoración en un inconfundible día de lucha mundial.
En diversas ciudades del mundo, las movilizaciones, actos y diversas acciones manifestaron el apoyo a la resistencia palestina. En América Latina se destacó la gran movilización convocada por la comunidad palestina en Santiago de Chile, donde vive una de las más numerosas comunidades palestinas en el exilio. También se desarrollaron importantes acciones en Brasil, Bolivia, Venezuela y otros países. En Europa, las movilizaciones también se hicieron sentir en Estado Español, con fuertes concentraciones en Madrid. También se desarrollaron movilizaciones en Francia, y otros países.
Las movilizaciones realizadas en diversas ciudades de los Estados Unidos fueron contundentes y desde los acampes estudiantiles, se exige al gobierno de Biden el embargo de armas a Israel mientras el gobierno continúa blindando al genocida Netanyahu y garantizando el envío de armamento y su fundamental apoyo económico, militar, diplomático y político.
El aislamiento de Israel ha llegado a un punto inédito.
Las movilizaciones mundiales profundizan en creciente aislamiento político de Netanyahu. Su plan criminal, genocida y de limpieza étnica no puede ser ocultado por el régimen sionista. A más de un año de la contraofensiva, Netanyahu no logra derrotar a la resistencia palestina; que, a pesar de los golpes recibidos, se rearma y reorganiza para continuar resistiendo, provocando un empantanamiento militar y un fracaso político que golpea a Netanyahu resquebrajando su gabinete de guerra, como sucedió con el despido del ex ministro de guerra Yoav Gallant. A pesar de enviar a miles de soldados de uno de los ejércitos más grandes del mundo, el visible fracaso político y su incapacidad para garantizar el retorno con vida de los rehenes, incrementa el descontento de la población israelí y fogonea la crisis política.
Todo este aislamiento a precipitado que la Corte Penal Internacional (CPI) ha librado por primera vez una orden de captura contra el Primer Ministro Israel y su ex ministro de Guerra por ser encontrado responsable político de ejecutar crímenes de guerra y acciones políticas y militares de carácter genocida. Esto fue sorprendentemente confirmado por Moshe Yaalon. Yaalon fue Jefe del Estado Mayor durante la segunda Intifada y ministro de Guerra de Netanyahu en 2014 hasta su salida en 2016 y manifestó en la radio y el canal 12 de la TV israelí que “El camino por el que nos arrastran es el de la ocupación, la anexión y la limpieza étnica” y que la dirección política de Israel estaba “corrompiendo al ejército” manifestando que la crisis la crisis política impacta de lleno en el ejército israelí y afirmó que “Hablo en nombre de los comandantes de las FDI que operan en la franja norte. Se pusieron en contacto conmigo expresando su temor por lo que está ocurriendo allí”. De esta manera, sectores militares y políticos del sionismo comienzan a considerar las acciones militares de Israel como crímenes de guerra o, como afirmó Ami Ayalon, exdirector de la agencia de inteligencia nacional Shin Bet, quien calificó las ordenes de Netanyahu como “inmorales e injustas”, diciendo que podrían exponer a los comandantes y soldados a ser procesados por la Corte Penal Internacional. El ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, dijo que Yaalon “cruzó todas las líneas rojas”, mientras que Tally Gotliv, una aguerrida legisladora del Likud, lo calificó de “peor que nuestros mayores enemigos”.
La movilización mundial, el creciente aislamiento y la incapacidad de derrotar a la resistencia a forzando a Netanyahu a aceptar un alto el fuego con Hezbollah en el sur del Líbano que fue celebrada por el pueblo libanés que regresaba a sus hogares luego de dos meses de sistemáticos ataques y una invasión fracasada de Israel; que, a pesar de su superioridad aérea y bombardeos fue totalmente incapaz de controlar el territorio invadido y fue obligado a retirarse.
Tanto el pedido de captura por parte de la CPI, las inéditas y graves declaraciones de Moshe Yaalon y el alto el fuego, son un golpe político para Israel y demuestra su fracaso político y militar. Sin embargo, las negociaciones diplomáticas capitalistas son impotentes para parar el genocidio y el conjunto del imperialismo busca evitar la detención de Netanyahu. Este fracaso de la diplomacia es parte del fracaso de la política de los dos estados impulsada por el imperialismo, política que colisiona con la estrategia colonialista, genocida y criminal con la que Netanyahu busca evitar su caída, sostenerse en el poder y avanzar en la conquista del plan nazi del “Gran Israel”.
¡Profundicemos la solidaridad internacional con la resistencia palestina!
Mientras la inquebrantable solidaridad entre el imperialismo e Israel le permiten sostener el genocidio sobre palestina, las trabajadoras y trabajadores junto a los pueblos del mundo sostenemos la movilización y la solidaridad internacional con el pueblo palestino y la resistencia.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), fuimos parte de las acciones este 29 de noviembre y seguiremos impulsando la exigencia de que los gobiernos rompan de manera inmediata las relaciones militares, políticas, económicas, culturales, comerciales y diplomáticas con el genocida Israel. ¡No más complicidad con el genocidio! ¡Basta de enviar armas! ¡Basta de financiar el genocidio! ¡Basta de muertos por hambre y enfermedades! ¡Apertura ya de las fronteras para el ingreso de la ayuda humanitaria! ¡Fuera Israel de Gaza, Cisjordania, de toda Palestina y del Líbano! ¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista! ¡Viva Palestina libre del río al mar!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)
2 de noviembre 2024
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores, Cuarta Internacional (UIT-CI)
Las tensiones entre Rusia y Ucrania, escalaron luego de que el ejército ucraniano realizara por primera vez, en casi tres años de la criminal invasión rusa, un ataque con misiles norteamericanos de largo alcance Atacms a la región rusa de Briansk. Ante ello Vladimir Putin firmó un decreto ampliando las posibilidades de recurrir al arma nuclear.
El riesgo de un mayor escalamiento de las confrontaciones no lo podemos descartar. Es parte de los peligros que encierra la decadencia creciente del sistema capitalista-imperialista. Por eso, como socialistas revolucionarios, decimos que nos oponemos a toda forma de armamentismo imperialista, sea de los Estados Unidos, de Rusia o China. El dilema sigue siendo “Socialismo o catástrofe”.
Esta guerra es producto de la invasión genocida del imperialismo ruso, con el autócrata Putin a la cabeza, para intentar colonizar Ucrania y a su pueblo. Se cumplieron mil días de la invasión rusa de Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022. Putin calculaba que en pocas semanas tomaba la capital Kiev y triunfaba la invasión. Pero se encontró con la heroica resistencia del pueblo ucraniano que hizo retroceder a las tropas rusas. Ha sido esa resistencia popular-militar la que ha hecho que el asesino de Putin no haya podido adueñarse del país.
El choque bélico ha creado lógicas confusiones y debates. Por eso es importante ratificar que, ante una invasión militar de una potencia imperialista a una nación oprimida, los socialistas revolucionarios siempre hemos estado del lado de la nación explotada. No somos neutrales en este tipo de guerras. Las dudas surgen por el hecho que aparecen Biden y el imperialismo europeo y la OTAN del lado de Ucrania. Por supuesto que estos imperialistas tienen roces y choques de intereses económicos con Rusia y los negocios de sus multinacionales. Pero si hilamos fino veremos que la política del imperialismo norteamericano y europeo ha sido desde el inicio de la invasión, y lo sigue siendo, evitar un triunfo contundente de Ucrania y también una derrota contundente de Putin y Rusia.
Estados Unidos y el imperialismo europeo nunca han querido la derrota de Putin sino una salida negociada
Por eso, desde un primer momento, retacearon la ayuda militar a Ucrania y han intentado de todas formas presionar a Zelensky para que abriera una negociación en la cual cediera parte de su territorio. Esto fue público en el Davos 2022 con lo dicho por el fallecido Henry Kissinger y se manifestó de distintas formas a través de Macron y del Vaticano. Tal es así que al momento de la invasión Biden y Macron le ofrecieron a Zelensky un avión para sacarlo al exilio y darle seguridad. O sea, le aconsejaban rendirse. La invasión del imperialismo ruso solo fue detenida por el heroísmo de la resistencia popular-militar ucraniana. El mismo Zelensky lleva tiempo declarando que no reciben el armamento y las municiones prometidas. Sólo a fines del 2023, enviaron algunos tanques modernos y Biden se sigue negando, por ejemplo, a dar apoyo de aviación de combate de la cual carece Ucrania.
Recién ahora, luego de mil días de guerra, Biden autorizó a que se usen los misiles de largo alcance Atacms sobre algunos territorios rusos. Hasta este momento directamente Ucrania tenía “prohibido” usarlos. Mientras tanto Rusia lleva años bombardeando a Ucrania, ya sea a la población civil, como las represas y los centros de energía. Incluso se dice que la “autorización” quedaría circunscripta a la región de Kursk, tomada parcialmente por el ejército ucraniano. Y que ahora trata de recuperar Rusia con el apoyo de diez mil soldados norcoreanos.
Es también importante precisar que, aunque es limitado el apoyo militar a Ucrania, igual los gobiernos patronales de Alemania, Francia y otros de la Unión Europea (UE), usan el argumento del “peligro de guerra” con Rusia, para aumentar los presupuestos militares para favorecer a sus empresas de armas. Mientras, por otro lado, siguen con los recortes sociales y ajustando a la clase trabajadora europea.
Que el centro del imperialismo norteamericano es la negociación y no la derrota militar de Putin, lo mostraría también los anuncios que ha hecho Trump en ese sentido, para cuando asuma el 20 de enero del 2025. Y la negociación es presionar a Zelensky que ceda el territorio que ya ocupó Putin, así de sencillo.
Apoyamos la resistencia popular-militar ucraniana sin dar apoyo político al gobierno de Zelensky y diciendo No a la OTAN
También denunciamos que tampoco ayuda a la resistencia ucraniana las medidas antiobreras que el gobierno de Zelensky ha aplicado y que protegen los intereses de la patronal y la oligarquía, que fueron contestadas con protestas por los sindicatos. No son los oligarcas quienes defienden en el frente militar, sino el pueblo trabajador. Tampoco ayuda el proyecto capitalista de “optimización” de Zelensky, con la privatización de los principales servicios públicos como la sanidad y la educación y también de otras importantes empresas.
Para contentar a los poderosos Zelensky se aleja de los pueblos. Y los poderosos en cualquier momento le darán la espalda, si creen que llega el momento de entenderse con Putin o si algún otro conflicto (como el genocidio de Israel contra el heroico pueblo de Palestina) es más prioritario para sus intereses.
Defendemos a las y los trabajadores y los pueblos ante la opresión y las agresiones militares de las grandes potencias, vengan de donde vengan y contra todo imperialismo, sea de los Estados Unidos y la OTAN o como de Rusia o China. Estamos con los pueblos oprimidos contra los opresores. Estamos con los pueblos que se sublevan contra los regímenes reaccionarios. Por eso estamos con Palestina, con los pueblos y las mujeres de Irán contra el régimen teocrático y represivo. Por eso hoy estamos con el pueblo ucraniano que se niega a quedar bajo la bota del imperialismo ruso.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores, Cuarta Internacional (UIT-CI), hemos trabajado con la izquierda antiautoritaria ucraniana y hemos hecho varios convoyes de ayuda a los sindicatos independientes del metal, minería, ferroviarios, docentes que están en la primera línea del frente en Krivyi Rih, Dobropillya, Zaporíjia, Korosten y Mikolaiv. Llamamos a los pueblos del mundo y a las luchadoras y luchadores antiimperialistas y de izquierda a seguir solidarizándose con la resistencia popular-militar ucraniana sin dar apoyo político al gobierno de Zelensky, diciendo No a la OTAN y reclamando el desmantelamiento del armamento nuclear de la OTAN y Rusia.
21 de Noviembre 2024